Ragnar Kjartansson: «Paisajes Emocionales»
por Maica Nois
(Museo Nacional Thyssen Bornemisza. Madrid Del 22 de febrero al 26 de junio de 2022)
Cuando se están celebrando los veinte años de la fundación TBA21 de la hija del barón Francesca Thyssen y en la realización del acuerdo de colaboración con el museo para exposiciones de arte contemporáneo, nos llega la exhibición del artista visual islandés Ragnar Kjartansson .
Es el resultado de amistad y camaradería de sus quince años y conversaciones sobre el arte en todo un camino «increíble» que ambos reconocen. Y que el artista agradece por el apoyo y fe en el proceso. Corresponde con la importante fundación internacional de arte y concienciación creada en 2002 por la filántropa y coleccionista Francesca Thyssen Bornemisza, con sede en Madrid y Viena, para combinar arte y ciencia en un trabajo continuo de colaboración entre las artes, humanidades e investigación.Carlos Urroz -Director de TBA21-Thyssen Bornemisza Art Contemporary- fundación Francesca Thyssen Bornemisza (que representa el compromiso con el arte de la cuarta generación de la familia Thyssen), que ha sido nombrado recientemente con el acuerdo de cuatro años por el que se presentarán dos exhibiciones anuales temporales en el museo explicita que «el compromiso de la fundación con el arte y el trabajo de la TBA21 es un ejemplo del éxito en las colaboraciones entre artistas destacados e instituciones. Entre ambos crean conciencia de los problemas sociales y ambientales desde la perspectiva del arte»
Soledad Gutiérrez, comisaria jefe de TBA21 y comisaria de «Paisajes emocionales» considera que «las obras de Kjartansson son monumentales en tamaño, materialidad y temática. La muestra pone en dialogo entre sí, mostrando nuevas intersecciones y revelando claramente el romance entre las obras de Kjartansson y las representaciones icónicas de Estados Unidos»
Las salas de exposiciones temporales: planta-1, y sala 44 y sala 45-Rodin planta primera reúnen sus videoinstalaciones y varias acuarelas «Front the Valley of World Wearines in British Columbia» (2011). Se plasman la fascinación por el paisaje y la música en América. Muchas escenas ambientadas en la granja junto al rio Hudson y en las Montañas Rocosas. Los apasionados blues y jazz. La practica per formativa que utiliza todos los soportes del arte transporta al espectador a una emoción y experiencia única. Todo engarza con un dialogo en salas colindantes con los cuadros de los siglos XIX y XX sobre «El arte americano en la colección Thyssen». Cuenta con la colaboración de la Fundación Ecolec.
El título procede del inicio del estribillo de la canción «Jóga» (Homogenic-1997) de la cantante Björk. La compositora habla de la amistad y de los paisajes islandeses como un estado mental. Kjartansson en la muestra transita a través de las emociones con la música y el paisaje en hilos conductores para entendernos no solo a nosotros mismos sino también a las comunidades que construimos y a partir de ellas el mundo que habitamos.
El recorrido experimental transcurre bajo cuatro singladuras de las más reconocidas internacionalmente de sus videoinstalaciones reunidas por primera vez que nos muestra la práctica de ruptura de fronteras y su interés por la cultura e imaginería Norteamérica y sobre todo por la «pintura americana» del paisaje del siglo XIX:
1.-«The visitors» (2012) es la creación con un grupo de músicos, amigos del artista, reunidos en Rokeby Farm (Barrytown. N.Y). Famosa por haber conservado su estado original desde principios del siglo XIX a orilla del rio Hudson. Es su obra más importante. Se trasmite en una sala en una hora de duración a través de la instalación de video en nueve canales.
2.-«The end» (2009) concebido como una ideario romántico del artista conexionando el escenario de las Montañas Rocosas con la contraposición de las acuarelas pintadas en el mismo paisaje con la peculiaridad de que corresponden a los restos de un incendio en el paisaje «From the valley of worl weariness in British Columbia» (2011)3.-«The man» (2010) homenaje al músico de blues de Mississippi Pinetop Perkins de 97 años del que recoge una interpretación completa de su repertorio. Un piano está en medio de la vasta pradera casi vacía.. Sólo un viejo granero y algunos árboles de fondo Para ello parte de la obra de Andrew Wyeth «Christana´s World»-1948 en una de las imágenes más significativas de la pintura americana.
4.-«God» (2007) Un video de treinta minutos que se envuelve en satén rosa. Ragnar se sitúa al frente de una banda jazz de once músicos emulando a Frank Sinatra un hito musical a la cultura pop de mediados del siglo XX estadounidense, dirigido por su colaborador David Jónsson.
Ragnar Kjartansson (Reikiavik -1976) reconoce que su experiencia parte de su tiempo como monaguillo durante la liturgia en la Iglesia en toda su juventud y con la predica que le infundieron «si cometes un error, haz que parezca un ritual» conducentes a las reiteraciones de un mismo acto a lo largo de un tiempo medido en una acción que a base de su repetición se trasforma en una especie de escultura o pintura viva.
El artista estudió en la Academia de las Artes de Islandia y en la Real Academia de Estocolmo. Desciende de una familia directamente vinculada al teatro en el que su madre es una popular actriz islandesa y su padre director y dramaturgo.
Su obra se ha exhibido en todo el mundo. Actualmente en una gran exposición individual en la «VAC´S-GES-2 House of Culture en Moscú» y con anterioridad en: Kuntsmuseum Stutgart, el Metropolitan Museum of Art de N.Y, Barbican Art Gallery en Londres, Hishhorn Museum y Sculpture Garden en Washington DC, Palais de Tokio en Paris, entre otros. Y galardones: premio Arts Fennica 2019, Arts Mundi´s Derek Williams Trust Purchase Award en 2015, Performance´s 2011 Malcom Melaren Award. Representa a Islandia en la Bienal de Venecia en 2009.
Con independencia de la relevancia personal del artista islandés el solo recorrido por las salas representativa de esta muestra de sus instalaciones audiovisuales nos someten a una prueba de adscripción en «inmersión» de sus proyecciones. A tener muy en cuenta la gran sala de las nueve pantallas y su hora repetitiva de pantallas confrontadas que hablan del mito del amor romántico, la ruptura, la nostalgia del lugar, pero también la alegría del reencuentro, del estar juntos y de construir comunidad Así como estar sentado viendo tocar el piano a Perkins icónico en la música del blues.
En consecuencia la esencia de la fragilidad humana y su consistencia artística puesta en imágenes.