«Otelo», una cuestión de celos
por Alberto López Echevarrieta
Palacio Euskalduna, de Bilbao, 16, 19, 22 y 25 de mayo de 2015
Un marido celoso, una mujer inocente y un intrigante lugarteniente cierran la presente temporada de ópera de ABAO (Asociación Bilbaina de Amigos de la Ópera). Se trata lógicamente de “Otelo”, el famoso drama de Shakespeare con música d. He aquí un magnífico ejercicio de interpretación para el trío protagonista, Marco Berti, Lianna Haroutounian y Juan Jesús Rodríguez que esta ocasión están dirigidos por Riccardo Frizza. La representación de esta obra en cuatro actos se enmarca en el ciclo “Tutto Verdi” que ofrece la oportunidad de repasar todos los trabajos operísticos realizados por el compositor de Parma.
Verdi y Shakespeare
Fue una hábil estratagema del editor Ricordi la que unió el trabajo de Giuseppe Verdi, encumbrado tras el éxito de “Aida”, con Arrigo Boito, un dramaturgo y compositor wagneriano que había fracasado con su ópera “Mefistófele”. Ambos eran viejos conocidos desde que hicieran conjuntamente el “Inno delle Nazioni”, pero mantenían unas relaciones distantes. Ricordi enceló al primero ofreciéndole unos apuntes de lo que podría ser una adaptación de “Otelo”. Verdi cayó en la trampa al reconocer que aquel argumento le ofrecía la posibilidad de trabajar en una obra con grandes contrastes psicológicos y aceptó la propuesta que se le hacía.
El libreto que luego ultimó Boito sobre el inmortal drama de Shakespeare pasa por ser uno de los más extraordinarios que se han compuesto. Se eliminaron en él algunos personajes para centrar más la atención en los protagonistas. Todos coincidieron al decir que se trataba de una de las versiones más rigurosas que jamás se habían realizado sobre un clásico, incluida su traducción y la fidelidad a la base de las relaciones entre los principales personajes.Verdi ya no era un chaval cuando empezó a trabajar el pentagrama. A pesar de sus 70 años, su mano no tembló al crear melodías de gran belleza que acentuaban el carácter dramático de cuantos intervienen en la obra mediante el recurso del leit-motiv. Intencionadamente por ejemplo contrasta el tono recitativo de Yago con las ricas arias de Otelo para lograr el efecto de crueldad requerido. Así nació una de las óperas italianas más bellas que jamás se han compuesto.
Lento y seguro
Todo esto fue fruto de una labor continuada a lo largo de varios años a través de los cuales compositor y libretista tuvieron serias discusiones, sobre todo en la forma de finalizar el acto III. Verdi le exigió al letrista que cambiara esa parte y, contra la opinión de muchos, Boito aceptó de buen grado la modificación en la creencia de que la colaboración estaba dando resultados extraordinarios. Con todo, el trabajo tuvo un desarrollo lento, ya que si bien todo empezó en 1879 la obra no se estrenó hasta el 5 de febrero de 1887 en el Teatro alla Scala, de Milán.
Fue todo un acontecimiento. El mundo musical sabía que Verdi estaba componiendo sobre un libreto de Boito basado en Shakespeare. Se había creado una cierta expectación ante “Otelo”. La premier constituyó un éxito sensacional. Crítica y público coincidieron al asegurar que la obra posee una calidad musical excepcional, sobresaliendo muchos de sus números, tanto corales -“Una vela” al inicio y “Fuego de alegría” más tarde-, duetos de amor –“Ya en la noche densa se extingue todo clamor”-, monólogos como “Creo en un Dios cruel” a cargo de Yago, y el aria “¡Dios, me podrías haber dado todas las penas de la miseria!” del protagonista.
La versión actual
El “Otelo” que ofrece ABAO con nueva producción propia goza de un elenco especializado en Verdi: Riccardo Frizza, director del que se recuerda en Bilbao la gran versión que hizo hace tres años de “Luisa Miller”; el trío protagonista formado por el tenor lombardo Marco Berti que ha trabajado a las órdenes de directores tan afamados como Maazel, Mehta, Muti, etc.; la soprano de origen armenio Lianna Haroutoiunian, y el barítono español Juan Jesús Rodríguez.Encarnando otros roles están Jon Plazaola (Cassio), Vicenç Esteve (Roderigo), Iosu Yeregui (Lodovico), María José Suárez (Emilia), Federico Sacchi (Montano) y David Aguayo (un heraldo). Interviene la Orquesta Sinfónica de Bilbao y el Coro de Ópera de Bilbao con dirección de escena a cargo de Ignacio García.
Con este título finaliza la presente temporada de ópera. La próxima se iniciará en octubre próximo con la representación de “Don Carlos”, también de Verdi, en su versión íntegra en francés, con el acto de Fontainebleau y el ballet de la Peregrina interpretados por el Malandain Ballet de Biarritz y los debuts extraordinarios de Giuseppe Gipali, María José Siri y Mika Kares bajo la dirección de Massimo Zanetti.