Discos
por Xavier Valiño
RAFAEL BERRIO: No es para menos (Canciones inéditas 1984-2018) (Warner)
Cuando nos dejó en 2020, hace ahora cinco años, Rafael Berrio había conseguido reunir un grupo de seguidores fieles y un reconocimiento del que no había disfrutado con sus primeros proyectos. Fue en solitario, y en especial discos como 1971 (2010) o Diarios (2013), los que dieron más visibilidad al mejor letrista en castellano, con permiso de José Ignacio Lapido. El niño futuro (2019), lejos del influjo más afrancesado de esos dos álbumes, lo llevaba de vuelta al sonido más influenciado por Lou Reed de trabajos anteriores.
Pues bien, se edita ahora un primer disco póstumo con 47 temas inéditos de toda su trayectoria. El primer disco, Adiós, hola y adiós, contiene veintiuna canciones más o menos acabadas y grabadas entre 1984 y 1992, con sonido de banda, y entre las que sobresalen “A quién le importa el qué dirán”, “Alta sociedad” (su “Like a Rolling Stone” particular) o “Dame esperanzas”. En el segundo, Cabaret Utopía, más espartano, como si de maquetas se tratase, se acompaña solo de su guitarra para dejar perlas como “Utopía” o “Lo que importa”. No luce como un disco perfectamente pulido, pero siempre es un placer reencontrarse con él y sus canciones únicas.
BON IVER: SABLE, fABLE (Jagjaguwar-Popstock!)
Rara vez un artista ha mostrado un cambio de estilo tan drástico como el de Bon Iver en 22, A Million, después del folk de For Emma, Forever Ago y de Bon Iver, Bon Iver. Ahí aparecían voces distorsionadas en capas, instrumentos entrecortados como sintetizadores y metales para redondear un conjunto majestuoso. i,i de 2019 ya mostraba las dos facetas de Bon Iver reunidas en un único disco, algo que en su quinto álbum SABLE, fABLE lleva más lejos.
SABLE, con sus tres canciones de tintes más folk (tras un corte sin sonido al inicio) recuerda a aquellos dos primeros discos. En principio, podría quedar como un ejercicio interesante que lo enlaza con sus primeros tiempos, a expensas de lo que pudieran aportar las nueve canciones de fABLE, que, todo hay que decirlo, empieza en todo lo alto con “Short Story” y su voz en falsete respaldada por ricas orquestaciones mostrándolo más optimista que en anteriores ocasiones. Vamos, que se ha enamorado y eso sobrevuela el resto del álbum.
“Everything Is Peaceful Love”, por ejemplo suena como un dueto imposible entre Prince y Lenny Kravitz, si es que esa combinación es algo con lo que alguien pueda soñar en algún momento. A “Day One” y “From” les falta tensión y, aunque “I’ll Be There” acierte algo más en la melodía, no encajaría en sus notables anteriores discos.
Por fin en “If Only I Could Wait”, con la asistencia vocal de Danielle Haim, aparece la pieza asequible y más creativa que parece perseguir ahora. Todo suena agradable y dócil, lo que, conociendo los antecedentes, sabe a poco. Sí SABLE y fABLE no encajan entre sí y varias canciones se olvidan rápidamente, entonces es cuando resulta especialmente clamoroso que hayan transcurrido 5 años entre i,i y SABLE, fABLE.
NEIL YOUNG: Coastal Soundtrack (Reprise-Warner)
La película Coastal se proyectó en distintos cines de todo el mundo una única vez el pasado 17 de abril. Se trata de un documental dirigido por la pareja actual del músico canadiense Neil Young, la actriz Daryl Hannah, y sigue a Young en su gira en solitario de 2023, ofreciendo una mirada única e íntima a la vida del icónico músico mientras encuentra su camino de regreso al escenario después de la pandemia del Covid.
El disco incluye 11 canciones seleccionadas de las seis décadas de carrera de Young, que van desde “Comes a Time” (de 1970, aparecida en el disco After the Gold Rush) hasta “Don’t Forget Love” (de 2021, de su disco Barn) y con Young tocando todas las guitarras (tanto acústicas como eléctricas), el piano y la armónica. Su publicación viene a recalcar su incontinencia a la hora de lanzar nuevos discos de los últimos años.
¿Vale la pena este directo? Lo cierto es que la distorsión en “Vampire Blues” no era realmente necesaria. “I’m the Ocean” había aparecido anteriormente en una versión similar en Before+After del 2023. Y “Song X” no incorpora nada novedoso. Al menos recupera tres clásicos (“Comes a Time”, “I Am A Child” y “Expecting to Fly”), más dos sorpresas, “When I Hold You in My Arms” y “Prime of Life”, que se convierten en lo más interesante de este nuevo directo suyo.
LOS PLANETAS: Super H (Homenaje al Super 8 de Los Planetas) (Casa Maracas-Universal)
Debe ser la primera vez en la que un disco homenaje a un artista lleva el nombre de este, como si fuera un álbum suyo. Es decir que, en lugar de venir acreditado como ‘Varios’, se presenta como un álbum de Los Planetas, uno nuevo de su discografía. Y, sí, son las canciones de la banda, concretamente las de su debut de 1995, Super 8, editado hace ahora 30 años, aunque ellos no participen en ningún momento, sino que son otros artistas de ahora quienes las recrean.
Esas canciones marcaron a toda una generación en su momento y, de hecho, el grupo ha venido interpretando el disco íntegramente en sus últimas actuaciones -si bien con solo dos de sus fundadores, J y Floren-, para después abordar distintos temas celebrados de su catálogo de distintas épocas. Entonces, cuando se publicó, no hubo temas que destacasen demasiado por encima de los otros (salvo, si acaso, “Que puedo hacer”), sino que el álbum se valoró en su conjunto.
Aquí sorprende la recreación de Alcalá Norte de uno de los temas ‘tapados’, “10 k”, que destaca en su interpretación. Por supuesto, Triángulo de Amor Bizarro le ponen a “La caja del diablo” la distorsión que uno podría imaginarse si relaciona a la banda con esa canción. Algunos acercan las canciones a su terreno, como Marcelo Criminal con “Rey sombra”, aunque quizás el sonido de El Mató a un Policía Motorizado -la única banda no española- esté más en sintonía con el ideario original de Los Planetas y por eso su versión de “Estos últimos días” tenga más sentido. En cualquier caso, un homenaje digno, aunque Los Planetas no aparezcan por ahí.
CARLA THOMAS: Sweet Sweetheart (Craft-Concord)
Era la cantante más exitosa de la compañía Stax y también fue conocida como la Reina del Soul de Memphis. En 1970 se metió en los estudios American Sound Studio para grabar con el productor de country Chips Moman (famoso por su trabajo con Elvis Presley), quien se había labrado una reputación trabajando en discos que conseguían la perfecta fusión de soul y country, con gran éxito.
Dos de aquellas canciones se lanzaron entonces en single (“I Love You Like I Love My Heart” y “Hi De Ho (That Old Sweet Roll)”), pero el álbum, inexplicablemente, se archivó y no tuvo una edición hasta 2013, aunque bien es cierto que únicamente formando parte de un recopilatorio. Ahora, después de 55 años, convenientemente remasterizado, se publica por primera vez en un disco compacto independiente y, también, en vinilo.
En este trabajo Thomas adopta muchos temas de otros compositores populares de la época como James Taylor, Bee Gees, Gerry Goffin o Carole King. Así sucede, por ejemplo, con “Hi De Ho (That Old Sweet Roll)”, una canción de King y Goffin, con un ritmo más lento, donde su toque pop se mezcla con una voz cálida y conmovedora. La terrosa “Country Road” de James Taylor se convierte en una celebración de la libertad, impulsada por un ritmo más soul.
Por su parte, “To Love Somebody”, de Bee Gees, se transforma en un testimonio íntimo y persistente del desamor. Su voz eleva canciones como “I Love You Like I Love My Heart” o la versión de “Heavy Load” del grupo Free, aunque la sección de viento habitual de las grabaciones de Stax se sustituye en gran medida por una sección de cuerda, lo que opaca en ocasiones la voz de Thomas. En cualquier caso, una interesante y debida recuperación.
CHUCHO: Prehistoria, demos y demonios (Intromúsica)
La separación en su día de Surfin’ Bichos dio lugar a una serie de satélites igual de valiosos e interesantes: Mercromina, Burrito Panza, Travolta, Los Alienistas, Honky Tonky Sánchez, Joaquín Pascual… y Chucho. Este último, liderado por Fernando Alfaro, la voz de Surfin’ Bichos, arrancó en 1995, hace ahora exactamente tres décadas. Y, con ese motivo, se publica su primer recopilatorio recogiendo rarezas e inéditos de todo este tiempo.
Bien es cierto que más de la mitad de sus temas se corresponden con lo grabado alrededor de su debut, con sesiones de grabación previas o de aquellas sesiones. Hay aquí versiones primerizas, en maqueta, de algunas de las canciones más señaladas de su trayectoria, como “Magic” (solo con voz y secuenciador en esta toma) “Cerca de animal” o “Perruzco”. También se incluye una versión de “En el rascacielos” de Family o una remezcla de sonido ampuloso de “Sin piel” a cargo de Nathan McCree.
Lo más interesante está en las canciones que no son maquetas o que se publican por primera vez, entre las que se hallan la intensa “Piedras de Palestina”, la sombría “Huracanes con nombre”, el golpe seco de “El bala” o las hasta ahora desconocidos “Cabeza de lobo, pies de serpiente” y “Jaime y el malestar de sus células”. Una adición necesaria y lo suficientemente atractiva para los seguidores de esta saga a la que, parece, aún le queda mucha vida.