Eli Paperboy Reed rinde homenaje a Merle Haggard

Eli Paperboy Reed rinde homenaje a Merle Haggard

Eli Paperboy Reed ha editado recientemente su nuevo álbum, Down Every Road: Eli Paperboy Reed Sings Merle Haggard (Yep Roc). Grabado en Brooklyn con el reconocido productor Vince Chiarito (Black Pumas y Más»

Discos

Discos

GEMMA RAY: Gemma Ray and the Death Bell Gang (Bronze Rat) Es comenzar a sonar el nuevo y noveno disco de la británica -residente en Berlín- Gemma Ray y el pensamiento va Más»

Juan Muñoz: «Todo lo que veo me sobrevivirá»

Juan Muñoz: «Todo lo que veo me sobrevivirá»

Las salas del emblemático edificio de Antonio Palacios (1935) que fue sede del Banco Mercantil e Industrial y que desde 2002  (remodelado) depende de la Comunidad de Madrid como Consejería de las Artes Más»

Discos

Discos

DAWN BROTHERS & DEWOLFF: Double Cream (Electrosaraus) Cualquiera que haya visto a Dawn Brothers o a Dewolff en directo –  especialmente a estos últimos, ya que tocan más fuera de su país- Más»

Leonora Carrington. Revelación

Leonora Carrington. Revelación

“Leonora Carrington. Revelación” es la primera exposición antológica consagrada a esta artista que se celebra en España. Son 188 obras (entre pinturas, dibujos, fotografías, esculturas, tapices y documentos). Autora versátil y ecléctica, continuamente Más»

Band of Horses, relaciones y apegos

Band of Horses, relaciones y apegos

Things Are Great es el sexto álbum de Band of Horses, y el primero en 5 años y medio. Ben Bridwell produjo o coprodujo todas las pistas, con colaboradores como las de Jason Más»

Tears for Fears, punto de inflexión

Tears for Fears, punto de inflexión

The Tipping Point es el séptimo álbum de estudio y primero en casi 18 años de Tears For Fears, desde Everybody Loves a Happy Ending (2004), el dúo británico formado por Roland Más»

Bastille, mundo real o mundo virtual

Bastille, mundo real o mundo virtual

La banda británica Bastille acaba de publicar su cuarto álbum, Give me the Future. El escapismo es un tema explorado en profundidad en este nuevo disco, especialmente en conexión con la tecnología, Más»

Discos

Discos

ELVIS COSTELLO AND THE IMPOSTERS: The Boy Named If (Alive at Memphis Magnetic) (EMI-Universal) A sus 68 años, Costello parece el músico de su generación más en forma -a la par, claro Más»

Javier Reverte: «La frontera invisible»

Javier Reverte: «La frontera invisible»

El primatólogo Frans de Waal explica en su libro El último abrazo que la sonrisa en los primates es signo de sumisión y el gesto serio, por el contrario, signo de poder. Más»

 

Julia Otxoa: «Jardín de arena»

por Alberto García-Teresa

Ediciones La Palma, 2014. 156 páginas

Buen comienzo para la colección «eMe», dedicada a poetas mujeres, de Ediciones La Palma con este Jardín de arena, el nuevo poemario de Julia Otxoa.

otxoa autoraLa autora donostiarra prosigue empleando un lenguaje conciso y sobrio, pero repleto de metáforas brillantes, bien equilibrado, inscrito en una cuidada selección de campos semánticos para apuntalar la crudeza sin perder la elegancia. Recordemos, en ese sentido, la apelación al lenguaje de los forenses para hablar de nuestra sociedad que ya formuló hace algunos años. En efecto, se trata la suya de una poesía dura, violenta, áspera, tal y como es la realidad a la que alude: ese «insoportable hedor de la barbarie cotidiana». Sin embargo, la autora da cuenta de ello potenciando un fascinante poder de evocación. Otxoa sortea la referencia directa y maneja concepciones generales de la realidad y, en suma, lleva a cabo una lectura ética radical del mundo. El volumen combina poemas en formatos más tradicionales con otros en prosa u otras piezas muy breves cercanas al epigrama o al aforismo. Al respecto, brilla su capacidad de síntesis, que suma contundencia y sugerencia.

El libro se levanta alrededor de la contraposición desierto / jardín, donde el primero es una metáfora de una realidad muy dura y el segundo del horizonte utópico. Ambos espacios constituyen los respectivos títulos de las dos partes en las que se divide la obra. La propia autora explica en el prólogo el marco en el que se encuadra la primera sección («trata de la temporada en el infierno durante los años sesenta de un joven soldado cuyo servicio militar transcurrió en medio de la llamada guerra secreta de Franco, la mantenida en Sidi Ifni, África Occidental, entre el ejército español y las fuerzas marroquíes»), así como los parámetros que trazan la interpretación de la segunda parte del poemario. Aún así, ignorando estas orientaciones de lectura, los poemas de Jardín de arena poseen una gran resonancia y abren una rica pluralidad de lecturas.

otxoa libroEn esa primera sección, “El desierto”, la autora remite a un entorno de confusión, donde el «yo» y los sujetos se encuentran perturbados, desorientados, con sus capacidades alteradas. El desconcierto aborta hasta la posibilidad de comunicación («he perdido la capacidad de nombrar las cosas / (…) la lengua de mi expresión no existe»). Se llega, incluso, a la anulación del individuo («yo ya no estoy en ningún lugar»). Otxoa deja constancia del horror, del pánico ante la muerte. Además, la escritura se convierte en el símbolo de la comunicación y también de la relación con el Otro, de la humanidad del «yo». También marca una línea antimilitarista, expuesta desde la vivencia del «yo», de un joven soldado al que han vestido con el discurso patriótico. La dureza del entorno y lo inhóspito del paisaje acrecientan la sensación de irracionalidad, el sinsentido de la guerra y la deshumanización a la que son sometidos los soldados. Retrata las situaciones extremas del día a día y manifiesta la crueldad de los cuadros militares con respecto a los soldados rasos. Recoge su hipocresía y, de este modo, plasma también un alegato contra la corrupción de la jerarquía. A su vez, denuncia la violencia sistémica y sistemática de los poderosos. Critica la avaricia y la crueldad que desata. Aún así, no renuncia a la resistencia y, de hecho, el poemario se presenta, finalmente, en conjunto, con un alegato a favor de la no claudicación.

La segunda parte de libro, “El jardín” presenta un tono distinto, aunque existe una unidad formal en toda la obra. En estos textos, vuelca la búsqueda de la fusión con la naturaleza ya presente en sus poemarios previos, aunque de una manera más pronunciada y extensa que antes, de la mano de una crítica al antropocentrismo. Se trata de un regreso a la esencialidad, a la pureza y a lo auténtico y que, de hecho, muestran la naturaleza como refugio («a menudo, el trato con la Naturaleza compensa el desengaño producido por el género humano»). Resulta, por todo ello, una sección más esperanzada, con poemas que lanzan la evocación hacia sensaciones placenteras, hacia lo positivo y hacia la belleza. Abunda el apunte de observaciones de elementos de la naturaleza, entre los que destacan los pájaros.

otxoa autora 2Este conjunto de poemas, entonces, tras la lectura de la primera parte del libro, manifiesta la naturaleza y la naturalización como una salida posible ante la deshumanización plasmada con anterioridad. Pero Otxoa reclama una relación humilde, exenta de grandilocuencia y de falsas trascendencias («toda solemnidad es ajena a la naturaleza»). No en vano, afirma, tras identificar el jardín como símbolo de dicha, de explosión de vida, que «sólo desde la humildad y el asombro / puede soñarse el jardín, cultivarlo». De esta manera, plantea una oposición entre la naturaleza y el drama creado por el ser humano: «Ante la frecuente repetición trágica de la Historia, buscar sosiego en las transformaciones de la Naturaleza». Mientras desprestigia lo artificial, «lo humano como repetición», como imitación hueca, como producción previsible, se detiene en la delicadeza y en la maravilla de la vida dedicada plenamente a sólo vivir. Alaba lo sencillo, lo delicado, porque en esa constatación de la fragilidad reside la conciencia del daño que puede ser infringido y también la posibilidad de evitarlo. Al mismo tiempo, en la compasión ante la agresión y el dolor de la naturaleza reside la elevación moral de las personas. En ese afán por construir y por mantener y atender la vida, coincide y encuentra su vínculo con los otros seres vivos: «La necesidad de sembrar, plantar, cuidar… me hace cómplice del árbol y del pájaro, de la salamandra y la lagartija». Así, la poeta se funde con la naturaleza para poder conectarse con la esencia de la vida. Encuentra en ella un sentido que los seres humanos hemos perdido.

En suma, precisión, capacidad de evocación, análisis crítico del presente, una voz desolada y el anhelo de superación a través de la integración en el medio natural constituyen las claves de este brillante poemario.