Miguel Ángel Gara: «Los pájaros pican»
por Alberto García-Teresa
Amargord, 2013
Casi trescientas piezas hiperbreves se recogen en Los pájaros pican, el último libro de Miguel Ángel Gara. Anteriormente, este poeta había publicado El desierto de agua. Si bien ya había trabajado con la concisión y la síntesis, en este volumen Gara lo lleva a la práctica de una manera brillante.
En efecto, el libro agrupa greguerías, aforismos, distribuidos sin ordenación específica alguna. Se tratan de piezas formadas por una sola oración, que tienen por objeto la sorpresa. Manifiestan un espíritu lúdico que pretende mostrar una doble mirada de la realidad. También abundan los juegos de palabras, que crean paradojas. Gara se muestra muy hábil empleando la polisemia. De hecho, en ese pliegue de dos campos semánticos aparentemente opuestos, en los que Gara sabe construir un gozne, se suelen situar estos textos. La ironía, cierta mala uva, es uno de sus activadores. Incluso se hallan en el volumen, microrrelatos, dado el desarrollo narrativo de alguno de los textos, junto a reformulaciones de refranes y dichos populares. Pero sabe zafarse de la sentencia y de la máxima.
De este modo, construye un libro repleto de textos fulgurantes y desconcertantes.
Los pájaros pican resulta un estupendo despliegue de ingenio. Si «las metáforas son los muelles del pensamiento», esta obra engrasa, activa y da flexibilidad a nuestra percepción y a nuestro uso del lenguaje.