Discos

Discos

DEWOLFF: Muscle Shoals (Mascot) Cuando un músico viaja hasta la localidad de Muscle Shoals, va en busca de un sonido, de una atmósfera, de una ambientación entre el rock sureño y el Más»

Discos

Discos

SIMPLE MINDS: Sparkle in the Rain (40th Anniversary!) (Montgrí-BMG) Le tocaba, por su cuadragésimo aniversario. Hace dos años llegó la revisión de New Gold Dream (1982) puede que el disco de los escoceses que mejor Más»

Discos

Discos

THE NEW RAEMON & McENROE: Nuevos Bosques (Cielos Estrellados) Ramón Rodríguez, o sea The New Raemon, parece haber aparcado la Trilogía de la Esperanza que tenía previsto culminar en 2023, aquella que está Más»

Grada Kilomba: ”Opera to a black Venus”

Grada Kilomba: ”Opera to a black Venus”

La  multidisciplinar artista portuguesa Grada Kilomba (Lisboa 1968, que habitualmente reside en Berlín) en un encuentro  a los medios acompañada del Comisario de la exposición el ex director del Museo Manuel Borja-Villel Más»

Gabriele Münter, la gran pintora expresionista

Gabriele Münter, la gran pintora expresionista

El Museo Nacional Thyssen Bornemisza en cooperación con The Gabriele Münter and Johannes Eichner Foundation, la Städtische Galerie Im Lenbachaus und Kuntsbau München de Múnich, el Musée d´Art Moderne de Paris y Más»

John Legend, música familiar

John Legend, música familiar

John Legend acaba de editar su primer álbum infantil titulado My Favorite Dream, a través de Republic Records: Kids & Family. Parece como si, veinte años después del lanzamiento de su álbum Más»

Discos

Discos

MANU CHAO: Viva tú (Radio Bemba/Because Music-El Volcán) Cuando Mano Negra se disolvió, Manu Chao volvió a la lucha de guerrillas, tocando en conciertos sin avisar bajo el nombre de Radio Bemba. Necesitaba Más»

Loma, encontrando su lugar en la fábrica de ataúdes

Loma, encontrando su lugar en la fábrica de ataúdes

Hace unas semanas, Loma (Emily Cross, Dan Duszynski, Jonathan Meiburg) editó How Will I Live Without A Body?, su tercer álbum. Producido y grabado por Loma en Inglaterra, Texas y Alemania, mezclado por Más»

Discos

Discos

SHELBY LYNNE: Consequences of the Crown (Monument-Sony) Durante la última década, Shelby Lynne ha tenido siempre detrás la referencia de la producción de su hermana menor, Allison Moorer,  y le resulta más difícil lanzar Más»

Maggie Rogers, regresando al hogar

Maggie Rogers, regresando al hogar

Margaret Debay Rogers, nacida en Easton, Maryland, el 25 de abril de 1994, y conocida profesionalmente como Maggie Rogers, acaba de publicar su tercer disco, Don’t Forget Me, dándole continuidad así a Más»

 

Matthew Pearl: El último Dickens

por Mercedes Martín

Alfaguara, Madrid 2012, pp. 488

El misterio de Edwin Drood fue la última novela de Dickens. Era, también, una novela por entregas, así que Dickens la iba construyendo sobre la marcha. Según cuentan, se sentaba a hablar con los amigos y, al mismo tiempo, escribía. Tengamos en cuenta que, al publicar por entregas, le daba tiempo de ver la reacción del público y cambiar, en el último momento, situaciones que tenía pensadas. No se han encontrado notas del autor, ningún plan parecía guiar esta novela tampoco en este caso. Excepto por lo que le contó en una carta a su biógrafo y amigo, John Forster: tenía una idea “muy curiosa y difícil de elaborar”. Pero no se la reveló.

En abril de 1870 se publicó la primera entrega. Era la decimoquinta novela del autor y, por primera vez, se trataba de una novela policiaca. Le dio tiempo a publicar seis de las doce entregas previstas, antes de que, el 9 de julio de 1870 muriera de un ataque al corazón.

La historia trata de la desaparición de un joven arquitecto tras una fiesta en casa de su tío. Su tío lo quería muchísimo, tal y como advierte Chesterton, lo quería de una manera enfermiza. ¿Quién mató o hizo desaparecer a Edwin Drood? Nunca lo sabremos, pero el misterio ha continuado fuera del libro, donde se suceden las hipótesis. Hay quien ha pensado que Edwin no fue asesinado y que volvió disfrazado de otro personaje a averiguar quién había atentado contra él. Se inventaron algunos finales de la novela, ninguno a la altura de Dickens, así que ninguno pasó a la historia. En 1985 se estrenó la obra de teatro Drood, que tuvo la ingeniosa idea de ofrecer varios finales a la carta: El público tenía que votar a su sospechoso preferido antes de que acabara la representación. En cualquier caso, la novela de Dickens quedó inacabada para siempre y se ha convertido en una historia de detectives sin resolver. Al parecer, fue Dickens quien empleó por primera vez la palabra “detective” en una novela.

No han dejado de escribirse finales posibles, el último que nos conste es esta novela de Matthew Pearl: El último Dickens. La novela de Pearl se publicó en 2008 en Estados Unidos y ahora la edita en español Alfaguara. Nos sumerge en 1870, en una historia de contrabando de opio en la India, de piratería literaria y rivalidad entre Boston y Londres. El argumento es el siguiente: El editor estadounidense James R. Osgood espera con impaciencia la próxima entrega de la novela de Dickens, pero le informan de la muerte del autor. Osgood envía a su secretario a por el manuscrito, pero su fallecimiento en extrañas circunstancias, y la consiguiente desaparición de los próximos capítulos de Edwin Drood, hace que se decida a cruzar el océano en busca del manuscrito. Pronto, descubrir cómo acaba la novela de Dickens se convierte en una cuestión de vida o muerte para ellos.

Mientras tanto, en la India, el hijo de Dickens, Frank, está investigando un robo relacionado con las drogas, y que parece tener una conexión con la siniestra figura de Herman, a quien Osgood ha conocido en el barco, de camino a Inglaterra… La trama está llena de incidentes, coincidencias, giros inesperados y situaciones dramáticas. En conjunto, parece una novela por entregas propia de la época en la que se inspira y esto tiene sus pros y sus contras, pues el lector actual debe hacer verdaderos esfuerzos para dar por creíbles algunas situaciones.

Pero, para los críticos, el verdadero misterio de Edwin Drood no es dónde acabó el manuscrito ni quién mató al joven, sino por qué el estilo de Dickens había cambiado. Aunque sus personajes estaban vivos y eran descritos con la fuerza de la caricatura, como siempre, esta vez su prosa aparecía desesperada y sombría…