«L’Elisir d’Amore» en dos versiones
por Alberto López Echevarrieta
Palacio Euskalduna de Bilbao, 18, 21, 24, 25 y 27 de febrero de 2012
L’Elisir d’Amore, el famoso melodrama de Donizetti, es el título operístico que presenta ABAO (Asociación Bilbaina de Amigos de la Ópera) en este mes de febrero y lo hace además en dos versiones con la misma producción: Una en las cuatro funciones que integran la temporada oficial, y otra, el día 25, a precios abaratados, que se diferencia de la anterior únicamente en los intérpretes de la pareja protagonista. Esta representación, conocida como Opera berri, obedece al interés de la entidad organizadora por popularizar el género poniéndolo al alcance de todos los bolsillos.
La versión oficial contará con el debut en Bilbao de tres artistas de singular repercusión en el desarrollo de la obra como son el tenor Celso Albelo, el director musical José Miguel Pérez Sierra y el de escena Mario Gas.
El autor
La familia de Gaetano Donizetti (Bergamo, Italia, 1797 – 1848) quería que, de mayor, su hijo fuera un buen científico, pero no contó con la afición por la música que se apoderó de él siendo apenas un niño. Convencida de que su porvenir estaba en el pentagrama, le matriculó en el Conservatorio de Bolonia, donde su director, el bávaro S. Mayr, apreció desde el primer momento la facilidad que tenía el alumno para componer. Contaba sólo 21 años cuando estrenó en Venecia su primera ópera Enrico di Borgogna que tuvo tal éxito que inmediatamente le surgieron encargos. Fue el principio de una carrera brillantísima en la que compuso 74 obras al endiablado ritmo de dos o tres por año.
Coincidiendo con la muerte de Bellini, su eterno rival, Donizetti se confirmó como una de las grandes firmas de la lírica internacional del momento con títulos tan destacados como Lucia di Lammermoor, Don Pasquale, La Fille du régiment, La favorita y L’Elisir d’Amore.
La obra
La ópera que presenta ABAO es un melodrama en dos actos compuesto en 1832 con libreto de Felice Romani, quien se basó en el texto Le philtre de Eugène Scribe. El argumento ya había sido ópera con anterioridad de la mano de Daniel Auber, habiéndose representado por primera vez en el Théâtre de l’Académie Royale de Musique de París el 20 de junio de 1831. De hecho, la obra permanecía en cartel al año siguiente, cuando el 12 de mayo se estrenó la versión de Donizetti en el Teatro Cannobiana de Milán. Hay estudiosos del tema que aseguran que esta coincidencia fue más bien una provocación. De hecho, L’Elisir d’Amore pasa hoy por ser la obra maestra de su autor.
Su argumento no es nada complicado. Narra las dificultades que encuentra Nemorino, un joven campesino, para conquistar a la bella Adina que tiene muchos pretendientes. Gracias a un filtro enamoradizo que le proporciona un charlatán, y que en realidad es vino, se envalentona a la hora de hacer valer su arrojo. Finalmente, y tras varios lances, Adina cae en sus brazos. El elixir seguirá vendiéndose como producto milagroso.
La ópera en cuestión posee un encanto excepcional ya que cuenta con arias consideradas inmortales dentro de la música lírica, unas a cuenta de Nemorino, como Quanto è bella que prácticamente inicia la obra, y no digamos nada de Una furtiva lagrima del segundo acto, amén de otras a cargo de Dulcamara, caso de Udite, o rustici en el primero. El coro, con sus susurrados, adquiere aquí una enorme importancia.
En un principio, este título no obtuvo la relevancia que hoy posee. Se representó en escasas ocasiones hasta que el paso del tiempo le puso en el lugar de preferencia en que se encuentra.
Los intérpretes
El papel de Nemorino está interpretado por el tenor tinerfeño Celso Albelo, poseedor de una voz de gran cuerpo y de un timbre brillante, como lo está demostrado en los numerosos recitales que viene dando y en representaciones operísticas por todo el mundo. A su lado está Mariola Cantarero, soprano granadina que se encuentra en un brillante momento de su carrera lírica tras haber sido dirigida por Zubin Mehta, Roberto Abbado y otros. En la representación del día 25, estos roles están en manos del tenor local Mikeldi Atxalandabaso y de la soprano Rocío Ignacio, que debuta en Bilbao. El resto de papeles corren a cargo de Bruno de Simone (Dulcamara), Luca Salsi (Belcore) e Itziar de Unda (Gianneta).
La producción corresponde al Gran Teatre del Liceu de Barcelona, con intervención de la Orquesta Sinfónica de Euskadi y el Coro de Ópera de Bilbao. El madrileño José Miguel Pérez Sierra dirige la parte musical y Mario Gas la escénica. Ambos trabajan por primera vez en ABAO. Como es habitual, la dirección del coro es cosa de Boris Dujin.