Andrés Geffael, historiador: La Galería de las Colecciones Reales «entre la Corona y la Cruz»
por Julia Sáez-Angulo
El historiador y museólogo Andrés Geffael Camacho, director de proyectos de la Asociación Cultural Zayas de Madrid, ha llevado a cabo una visita guiada con un grupo de críticos de arte, galeristas, periodistas… en la Galería de las Colecciones Reales, sita junto al Palacio Real de Madrid. El historiador subrayó que se trata de una Galería y no un museo, para mostrar las riquezas históricas y artísticas de los distintos Reales Sitios como El Escorial, Aranjuez, La Granja, Yuste, Descalzas Reales… Las piezas expuestas, por tanto, no tiene un carácter permanente, sino circular, itinerante. Algunos habitantes de la localidad donde se encuentran habitualmente las piezas, han sentido el despojo -supuestamente temporal-de las mismas, verbi gracia, El Escorial.
Se trata de obras de arte, coleccionadas en su mayoría por los representantes de la Monarquía Hispana, a lo largo de su historia, hasta 1931, en que llegó la II República. No tiene, por tanto, piezas de los dos últimos monarcas: Juan Carlos y Felipe VI. Todas las piezas expuestas van poniendo de manifiesto el paralelismo entre la Corona y la Cruz, o lo que es lo mismo, la Monarquía y la Iglesia en España. La religión fue un pacto coagulante, superior a la lengua, como por ejemplo en Filipinas.
Entre las obras encontramos la firma de El Greco, Caravaggio, Velázquez, Goya, Bernini, Kolmam, Helmschmid, Canops… amén de numerosos anónimos, sobre todo en las artes decorativas.
El edificio es de los arquitectos Tuñón y Mansilla, galardonados en diversas ocasiones. Una suerte de módulo sobrio y sencillo -utilizado también en el Museo de Helga de Alvear en Cáceres- hace de la arquitectura algo fácil de integrar en un espacio histórico tan relevante como es Palacio Real y catedral de la Almudena, unidos/separados por una amplia esplanada. Las colecciones están alojadas en tres plantas, correspondientes a las dinastías de los Trastamara y Austrias, Borbones y exposiciones temporales, actualmente la de tapices, anteriormente, la de carrozas. En noviembre se renovará la exposición temporal.
Casa visitante puede elegir las obras de arte que más le gusten o llamen la atención. Interesante ver los pequeños cuadros devocionales de Isabel I de Castilla, La Católica, que llevaba consigo en su capitalidad itinerante; son obra de Juan de Flandes. “Algunos sostienen que estos cuadros llegaban al centenar”. El interesante retrato anónimo de la Reina preside una de las áreas. El “Caballo blanco” de Velázquez es espléndido. “Salomé con la cabeza del Bautista” de Caravaggio”, espectacular. El coche de la Corona Real de Julián González, del reinado de Fernando VI, llamó la atención en la exposición de carrozas. “El carro de heno”, sobre los cartones de Peter Brueghel…
Y no digamos la escultura de “San Miguel venciendo al demonio” de La Roldana, así como los manuscritos de la Real Biblioteca de El Escorial.
Todos, reyes y reinas están allí representados de una manera otra. Como decía el historiador británico Lord Kenneth Clarc, autor del libro “Civilización”: si hay un lenguaje elocuente y definitivo, ese es el del arte.
(Fotos: Magán y Zapisek)