Medardo Rosso. Pionero de la escultura moderna
por Maica Nois
(Fundación Mapfre-Sala Recoletos. Madrid Del 22 de septiembre de 2023 al 7 enero de 2024)
Esta exposición acompaña a un artista que en su momento no obtuvo el debido conocimiento y nos revela cómo fue un gran precursor en la expresividad y renovaciones estéticas que ha influido en otros que han sucedido al innovador Medardo Rosso (Turín 1858- Milán 1928)
La exposición ha sido comisariada (curatorship) por Gloria Moure en colaboración con el Museo Medardo Rosso. La comisaria ha explicitado que “Rodin y Medardo tenían una relación de respeto que se truncó a partir del “Balzac” (1898) de Rodin ya que algunos le atribuyeron una influencia de Rosso” “Su obra apuntaba no solo a la vanguardia más atrevida sino también a los desarrollos libertarios del arte vividos a partir de los años 60” En la coordinación Mónica Fuentes Santos.
Se incluyen más de 300 obras. Con: esculturas, fotografías y dibujos. No se sigue un orden cronológico y hace fuerza interpretativa de la idea que el propio Medardo tenia de su obra en la que interpretaba una y más veces el trabajo sobre las mismas piezas para contemplarlo y darle nuevos sentidos según la ocasión.
Y sobre todo considerar que utiliza por primera vez en el arte el modelado de cera, yeso y bronce. Un sutil uso del color, prácticamente en tonos suaves de marrón, grises y blanco. Se separa de la forma de trabajar de Rodin, tan considerado en su tiempo, para adquirir en la actualidad la calificación de pionero en la escultura moderna.
Estas manifestaciones tan a contracorriente se ven desplegadas en sala en sus obras fundamentales. “La rieuse”1890- se modeló a partir de una actriz de cabaret o en la que es tan avanzadísima “Conversazione”1896-99 en que ese grupo de figuras, dos figuras sentadas y una de pie, se diluyen tanto en sus formas que interactúan entre ellas sin poder reconocerse. Apuntaba hacia la abstracción. Se exhibe una de las dos únicas obras que se conservan y que nunca fue exhibida en vida del escultor.
Ya desde su primera obra “La portinaia”1883 (en yeso) la portera de su casa de Via Montebello en Milán con las que sus interpretaciones se dirigen a esculturas de contornos difuminados y fragmentarios con su carácter bidimensional.
En “Aetas aurea” es la primera de sus obras en relación directa con su vida personal en un momento cotidiano ya que representa a su único hijo besado por su madre. “Ecce puer)»1906-(he aquí el niño) que es el retrato del nieto del industrial y coleccionista inglés Ludwing Mond convertido en el tiempo como una de las piezas más admiradas y de interés para los artistas contemporáneos. Tan importante es la obra que sobre su tumba en el cementerio monumental de Milán se instaló una versión en bronce de Ecce Puer
Esta manifestación personal está patente desde que ingresa en 1882 en la Academia de Bellas Artes de Brera (Milan) de donde fue expulsado por protestas estudiantiles. Había empezado a levantar estatuas en honor de Garibaldi. Su rechazo en Italia le hace moverse a Paris en 1889 considerando que es la ciudad que contempla en ese momento la vanguardia.
En Paris se relaciona con el empresario y coleccionista Henry Rouart que le introduce en la elite de artistas: el novelista Emile Zola, el pintor Edgar Degas que se interesaba por la fotografía, cada vez más popular técnica. Esta técnica influye tanto en Rosso en la que se hará un experto y la introduce en su proceso de práctica artística. El joven Brancussi en 1904 descubre su obra y las fotografías del salón de otoño que el propio autor ha realizado y revelado. Todas las fotografías en la exposición son imágenes de plata en gelatina positivadas por Rosso pertenecientes a colecciones particulares.
En 1893 conoce a Rodin- veinte años mayor que él- que queda impresionado por la forma de desmaterializar las imágenes de Rosso. Para definir su forma de trabajar el propio Rosso lo escribe”No existimos, solo somos juegos de luz en el espacio. Más aire, más luz, más espacio” Así su desmaterialización no es sólo escultórica sino filosófica. Esa ambigüedad en que no se sabe al contemplar la obra si es una realidad o se está desvaneciendo da paso a la escultura moderna. Así queda patente en un retrato de encargo de la esposa del médico coleccionista Louis Noblet “Madame Noblet” 1897 a quien le realiza un retrato que transita entre los rasgos del rostro humano y su desaparición.
Su forma de trabajar en toda su trayectoria quedan patentadas y en una gran exposición tan importante en conocimiento personal, su manera de trabajar, sus conocimientos y la gran e importante relevancia que constituyen poder visionar y revisar personalmente de su poderosa influencia renovadora del que escribió Apollinaire, fallecido Rodin “Rosso es ahora, sin lugar a dudas, el más grande escultor vivo. La injusticia de la que este prestigioso escultor siempre ha sido víctima no está siendo reparada”. La “reparación” para conocerle está realizada a través de esta exposición.