Discos
por Xavier Valiño
NINA SIMONE: You’ve Got to Learn (Live) (Verve-Universal)
Inesperado e increíble. Nina Simone tocó en el Festival de Jazz de Newport en 1966. Aquel concierto se grabó pero nadie tenía noticia de ello. El promotor de aquel certamen, George Wein, donó las cintas a la Biblioteca del Congreso de EE.UU., donde quedaron olvidadas hasta que, tras el fallecimiento de Wein en 2021, la historiadora de Simone, Nadine Cohodas, las desenterró.
Y ahora, cuando nadie podía sospecharlo, se edita aquel concierto. Seis canciones y una breve introducción en 33 minutos, con Simone en plena forma desde que se abre su actuación con la intensa “You’ve Got to Learn” de Charles Azvanour y Marcel Stellman -la única grabación en vivo de ella conocida, y que da título al álbum-, acompañada por el guitarrista Rudy Stevenson, el bajista Lisle Atkinson y el baterista Bobby Hamilton.
Además, el disco incluye sus primeras grabaciones de “Blues For Mama” y “Music For Lovers”, más una toma de “Mississippi Goddam” en la que cambia parte de la letra para hacer referencia a los disturbios que estallaron en el barrio Watts, en Los Ángeles, el año anterior. Lo de la fecha en que fue registrado es lo de menos: Simone continúa hechizando al oyente en 2023, proyectando tanta inocencia como fuerza y vulnerabilidad. No ha habido, ni habrá, nadie igual.
BRITISH ELECTRIC FOUNDATION (B.E.F.): Music for Stowaways (Wall of Sound)
Después de dos álbumes revolucionarios (Reproduction y Travelogue), la formación original de The Human League, con sede en Sheffield, se dividió a finales de 1980. Phil Oakey se quedó con el nombre y los dos músicos principales del grupo, Martyn Ware e Ian Craig Marsh, fundaron una nueva entidad, British Electric Foundation (B.E.F.), que firmó un contrato con Virgin Records para componer y producir hasta seis álbumes al año. Los artistas que iban a producir incluirían a Heaven 17, su nueva banda formada con el vocalista Glenn Gregory.
B.E.F. también lanzaría su propio material, comenzando con la música de esta colección, que se publicó inicialmente en una casete de edición limitada de ocho canciones en marzo de 198, siendo el Stowaways del título una referencia al nombre original del entonces nuevo reproductor de casetes portátil de Sony, más tarde rebautizado como Walkman, del cual B.E.F. eran grandes seguidores. Al casete le dio continuidad un LP de siete canciones, Music for Listening To, que tenía un listado de canciones ligeramente diferente.
Ahora aparecen por fin reeditadas, incluyendo “Groove Thang”, una versión instrumental del sencillo debut de Heaven 17, y “The Old at Rest”, que deriva de una versión de “Wichita Lineman” de Jimmy Webb, su primera grabación con Glenn Cambpell que posteriormente aparecería en el álbum de versiones Music of Quality and Distinction, Volume One de B.E.F. en 1982. Lo que aquí se recoge son aquellas piezas instrumentales de sonidos innovadores que hoy pueden parecer superadas, pero que fueron, entonces, una inspiración para muchos aspirantes a músicos electrónicos. No en vano en 2015 la revista Uncut lo incluyó en una lista de’ Los 50 mejores álbumes perdidos de todos los tiempos’.
BOB DYLAN: Shadow Kingdom (Columbia-Sony)
Está enfrascado desde hace tantos años en eso que llama The Neverending Tour –La gira interminable-, y está claro que morirá con las botas puestas. De hecho, la pandemia representó para Bob Dylan un parón que ni buscaba ni, por supuesto, quería. Con tanto tiempo a su disposición por primera vez en muchos años, le sacó rendimiento urdiendo un espectáculo que podía transmitir a todo el mundo a través de sus pantallas, previo pago.
Eso fue Shadow Kingdom, un directo en el que interpretaba 13 canciones de la primera parte de su carrera más un instrumental nuevo, “Sierra’s Theme”, en una especie de tugurio de entreguerras acompañado de sus músicos, inmortalizado en un bello y añejo blanco y negro. Luego se supo que el directo era falso, ya que había grabado todas las canciones en un estudio, pero le quedó tan bien que no importaba lo más mínimo.
Ahora se edita el audio de ese concierto, con más tiempo para evaluar su contenido. Bien podría ser su segundo Unplugged –Desenchufado-, aunque hay por ahí guitarras y otros instrumentos eléctricos. Pero sí es cierto que el tratamiento es básico, revestidos aquellos clásicos con ocasionales apuntes de acordeón, armónica o mandolina y, lo más novedoso, sin batería ni percusión, haciendo que suenen distintas, rejuvenecidas, interesantes y casi nuevas, en uno de los ejercicios de estilo recientes más afortunados.
SEN SENRA: PO 2054AZ (Vol. 1) (Sonido Muchacho-Universal)
“Fui para Nueva York / ¿Y de qué me vale? / Fui para Argentina / Y ahí llamé a la Vane / Porque hasta los de siempre / No me hablan como antes / Familia, familia / Familia, familia”. La pieza cumbre del nuevo álbum de Sen Senra, “Familia” lo encuentra reflejando sus raíces y asegurando que ahí es donde es feliz: “No vas a entenderlo ni una cruz me pongan / Como un crío que ha crecido / Como un río desbordó delante de mí / En el edén no se nace, pero con poco se hace”.
Es el primer volumen de una serie de 40 canciones que, parece ser, va a editar en tres discos en estos meses a sus 27 años, todos bajo un título que no es más que la matrícula del Peugeot 205 familiar en el que recorría las carreteras de Galicia, Portugal y España con, claro está, su familia, desde la aldea de San Miguel de Presqueiras (Forcarei, Pontevedra).
Ese es el mérito de Sen Senra, quien empezó tocando la guitarra y cantando en inglés influido por el rock anglosajón para acabar siendo una de las piezas más importantes de la música urbana en castellano. Sus melodías denotan un conocimiento amplio de distintas músicas, a diferencia del resto de quienes hacen algo similar, algo que refuerzan unos textos también distintos y muy por encima de la media. Con sonido actual y temas universales, Sen Senra aporta sensibilidad y calma a un mundo que se mueve por impulsos y a demasiada velocidad.
SUEDE: Suede [30th Anniversary Edition] (Edsel)
Publicado en marzo de 1993, el debut de Suede fue un triunfo comercial y de crítica, ganando el prestigioso Mercury Music Prize y alcanzando el número 1 en la lista de álbumes del Reino Unido. Con los singles ya clásicos “The Drowners”, “Animal Nitrate”, “So Young” y “Metal Mickey”, además de la icónica imagen de portada captada por la fotógrafa estadounidense Tee Corinne, Suede se convirtió en el disco más rápidamente vendido de la época y todo un hito de los años 90.
Con motivo del trigésimo aniversario del lanzamiento de su debut, se reedita ahora aquel disco en vinilo negro LP, doble CD, picture disc y Blu-ray, todos ellos con el audio recién masterizado -a media velocidad, para obtener mejores resultados- por Phil Kinrade, a partir de las cintas originales, con todo el proceso supervisado y aprobado por el productor original del álbum, Ed Buller.
La más difundida es la edición doble CD, que incluye las nueve caras B de los singles de aquel trabajo, con el añadido de una versión de “Brass in Pocket” de The Pretenders, grabada originalmente para una casete que acompañaba a uno de los números de la publicación musical New Musical Express (NME). Aunque ya se había dado a conocer todo este material anteriormente, por ejemplo en la reedición de hace cinco años, siempre es bienvenida esta integral de los primeros meses de la banda, cuando revitalizaron, y de qué manera, el glam-rock, justo antes de que el brit-pop lo fagocitara todo.
TRIÁNGULO DE AMOR BIZARRO: $€Ð (Mushroom Pillow)
Comienza “Estrella solitaria” y parece que estemos ante la versión más asequible y cercana a New Order de Triángulo de Amor Bizarro. Nada que llegue a romper con su anterior trayectoria, por cuanto ya habían dejado algún momento similar en sus anteriores discos, especialmente en la última etapa. Pero no debe llevarnos a engaño, porque su espesor habitual también está presente, con esa nueva ración de canciones trenzadas desde el ruidismo y la distorsión.
Según sus autores, “$€Ð es un disco mundano y terrenal que trata de emociones primitivas de unos personajes en un mundo hostil, desigual y tecnificado en el que el tiempo pasa a toda ostia. Es un disco sobre la búsqueda del éxito, la fama y el poder, la soledad en la cima, los buenos momentos y la inevitable decadencia de unos personajes que podrían ser TÚ”.
Todo eso se explicita en los doce cortes del álbum. Si acaso, la mayor presencia de la voz de Isa parece haber acabado por asentarse definitivamente en sus canciones, aunque el contrapunto que pone Rodrigo cuando entra sorpresivamente una vez se ha acostumbrado uno a su compañera sigue siendo de los que soliviantan, y con fundamento, la escucha, como reclamando de nuevo la atención por si alguien hubiera bajado la guardia. Ellos, desde luego, no lo han hecho.