Discos
por Xavier Valiño
ANNA B SAVAGE: in/FLUX (City Slang-Popstock!)
Cuando debutó con un EP intrigante de cuatro canciones tituladas con números romanos, sin demasiada información, descubrimos a una artista especial, que creaba a partir de su fragilidad y se expresaba con una voz que pasaba del susurro intimista a la profundidad operística sin que dejase de parecer natural. Parecía haber quedado ahí hasta que seis años después le dio continuidad con su primer disco, A Common Turn, un trabajo que hablaba de la inseguridad y la necesidad de conexión de la generación de hoy.
in|FLUX , su segundo álbum, refleja las dos partes aparentemente dispares de su personalidad: por un lado, su mente, que la conduce por un mundo de introspección, vulnerabilidad e incapacidad para expresarse, y, por otro, su creatividad manifestada en su música, la que le permite seguir adelante, incluso recreándose en la incertidumbre abierta de las áreas grises. Una relación tóxica y la necesidad imperiosa de romper con ella late en el fondo de estas nuevas canciones. Savage toca con delicadeza y la producción lo reviste todo con una instrumentación aparentemente calmada pero que amenaza tormenta con su intensidad soterrada y sus emociones cataclísmicas, justo lo que las canciones piden.
JACOBO SERRA: Doce (Warner)
Hay discos que son necesarios, que nacen de las entrañas y que, aunque conducen irremisiblemente al abismo con riesgo de quedar inacabados, al final son los más agradecidos de la carrera de sus autores. Doce nace hace tres años, cuando Serra se refugió en la Sierra de Guadarrama para componer su tercer disco. Después unió sus fuerzas a los músicos de jazz de la Liverpool Jazz Orchestra, profesores de LIPA, el centro de música fundado por Paul McCartney en su ciudad natal. Por si fuera poco, lo grabó en Abbey Road, trabajando especialmente en los arreglos de cuerda.
Esta docena de temas, presentados en doce meses, forman un elepé conceptual que toma como inspiración el dramatismo y el contraste de las cuatro estaciones para reflexionar sobre la existencia misma, creando una obra que canta al devenir, al nacimiento, a la madurez, a la despedida y, ¿por qué no?, también a la muerte. Hay en ellos ecos de Burt Bacharach, el Hollywood de los años cincuenta, el gran musical de Cole Porter, los Beatles más experimentales o la electrónica ambiental más contemporánea (Max Richter o Jóhann Jóhannsson), buscando la luz y apuntando hacia un camino diferente y esperanzador para la música en castellano que solo han explorado creadores tan personales como Germán Salto, Pigmy o Wild Honey.
CAROLE KING: Home Again – Live from Central Park, New York City, May 26, 1973 (Sony)
Al presentar a los músicos, Carole King adelanta que en un par de semanas se publicará su quinto disco Fantasy, reconociendo que la razón de la gira en la que se haya embarcada se debe a que ella y su banda lo disfrutaron tanto que no querían parar. Sucede justo antes de arremeter con la muy funky “You’ve Been Around Too Long” y de dar paso a una segunda sección del concierto donde se ve arropada instrumentalmente por los músicos de acompañamiento.
Sucedió el 26 de mayo de 1973, en Central Park, en Nueva York, la ciudad en la que Carole King se había labrado un nombre como compositora del edificio Brill junto a Gerry Goffin, antes de despuntar con su segundo disco en solitario Tapestry (1970). En 1973 estaba rodando su cuarto álbum Rhymes & Reasons, y el concierto ahora editado lo abre con una primera parte de siete temas con ella al piano, finalizándolo también en solitario con, cómo no, el clásico “You’ve Got a Friend”.
Cincuenta años después sigue sonando deslumbrante, tanto cuando está sola en el escenario como cuando se acompaña de la banda en otras canciones funk como “Haywood” y solo en momentos contados (“You Light Up My Life”) se puede intuir una cierta repetición en los esquemas del tipo de canción con el que se había dado a conocer internacionalmente con enorme éxito. Toda una gozosa recuperación.
FINO OYONARTE: Arrecife (Buenaventura-Fino Oyonarte)
Desarrollarse musicalmente en la sombra de la banda que le dio a conocer, concretamente Los Enemigos, no debe ser fácil. No obstante, su compañero Josele Santiago lo ha conseguido, y con bastante reconocimiento, aunque también es cierto que él es el principal compositor y la cara más visible del grupo. Por eso Fino Oyonarte -quien también tuvo una etapa de editor de libros musicales más que interesante- lo hizo un tanto sigilosamente en 2018 con su debut Sueños y tormentas.
Olvidado parece que definitivamente el proyecto Clovis junto a su pareja Cristina Plaza, cinco años después le da continuidad a aquel disco con una segunda entrega que continúa la senda iniciada entonces, afinando más la propuesta. Sigue firmando canciones reposadas, sensibles, con acertados arreglos de cuerda a cargo de Philip Peterson (St Vincent, Lana del Rey…), y emocionando en momentos como “Amor”, “Tempestad”, “Forma de ser” o “Avanzar”. Bajo el influjo de referentes como Leonard Cohen o Elliot Smith, en estas canciones también están muy presentes las figuras de sus padres, ambos fallecidos en un espacio de tiempo muy breve durante el proceso de grabación del disco.
LOS MEJILLONES TIGRE: El fuego (Boomerang)
Si alguien conoce el plato gallego que da nombre a esta banda jienense, sabrá que su música y sus conciertos le hacen perfecta justicia. Ellos lo denominan llaman garage tropical y parece perfectamente adecuado para unas canciones que se nutren tanto de la psicodelia y el rock más cargado de fuzz, como de la cumbia, el boogaloo o la guajira. Así lo demostraron en Tropical y salvaje (Clifford, 2020) y, también recientemente, en los cinco singles que sirvieron de adelanto a su nuevo disco: “Sunday guajira”, “Dale candela”, “40 grados (o más)”, “La fábula del promotor y el trovador” y “Radiación”.
Sumándole otros cinco nuevos temas completan un segundo álbum titulado El fuego porque la mayoría de los temas están relacionados con el elemento que los antiguos griegos asociaban a la inmortalidad. De este festín de rock con aires latinos se pueden destacar, por ejemplo, “La cumbia es el nuevo punk”, toda una declaración de intenciones; “Vacaciones en Jonestown”, donde hablan de la secta El Templo del Pueblo, creada por Jim Jones, que llevó a 909 personas al suicidio en masa en 1978, revestida en forma de guajira que recuerda a los primeros discos de Santana: y “Mejillón tigre”, un boogaloo rompe pistas, con guitarras wah-wah y coros a lo Alfonso Santisteban.
BOB DYLAN: Fragments: Time Out of Mind Sessions (1996-1997) – The Bootleg Series, Vol. 17 (Columbia-Sony)
Continúa Bob Dylan editando sus grabaciones archivadas durante años, sin orden ni concierto, decidiéndose en su decimoséptimo volumen por recuperar canciones de 1996 y 1997. Todas gravitan alrededor de su álbum de entonces, el trigésimo de su trayectoria, Time out of Mind, que representó en su día un regreso a la altura de su nombre tras una serie de discos menos inspirados, gracias a su sonido oscuro y atmosférico influenciado por los primeros músicos de blues por los que Dylan siempre ha mostrado admiración
El disco original se presenta ahora en una nueva mezcla que intenta minimizar los efectos de la producción pantanosa que le aplicó Daniel Lanois, con la que Dylan nunca estuvo satisfecho. El cuarto centra la atención en actuaciones en directo entre 1998 y 2001, en las que revisó y reinventó las canciones del álbum con sus compañeros de gira. Por su parte, el quinto y último disco repite una docena de temas de The Bootleg Series Vol. 8: Tell Tale Signs: Rare and Unreleased 1989-2006.
Por lo tanto, lo más interesante queda reservado para el segundo y tercer disco de esta caja, que incluye 25 cortes, entre ellos veinte versiones alternativas de las canciones del álbum, tal y como han venido haciendo The Beatles en sus reediciones recientes, y que muestran ser más ligeras y dinámicas que las publicadas finalmente. Lo más interesante, sin duda, son los cinco inéditos que aquí se desvelan (“The Water Is Wide”, “Dreamin’ of You”, “Red River Shore”, “Marchin’ to the City” y “Mississippi”) y que bien podrían haber entrado en el listado final.