ELVIS COSTELLO AND THE IMPOSTERS: The Boy Named If (Alive at Memphis Magnetic) (EMI-Universal)

A sus 68 años, Costello parece el músico de su generación más en forma -a la par, claro está, con Nick Cave-. Este mismo año ha editado The Boy Named If, uno de los álbumes mejor recibidos desde su etapa clásica e incontestable de finales de los 70 y principios de los 80. El disco se revelaba con una energía y una electricidad inesperada, como si el casi septuagenario Costello hubiese decidido olvidar estas tres décadas más apegado a las raíces norteamericanas y tuviese de nuevo This Year’s Model en su cogote, recordándole cómo su banda puede ser una máquina rotunda al servicio de su crudo vigor.

Aquel disco fue grabado con su banda en la distancia en pandemia, así que cuando se reunió con ellos en un estudio de Memphis a finales de 2021, antes de iniciar su nueva gira, grabó 11 canciones que ahora se editan solo en digital. Además de cuatro de los cortes del disco hay aquí adaptaciones de The Beatles, The Rolling Stones, Byrds, Nick Lowe -¡cómo no!- o Paul McCartney, más el clásico suyo “Every Day I Write the Book” que suena igualmente rejuvenecido. Inmejorable puesta a punto.

VARIOS: Sótano total (Family Spree Recordings)

Con bastantes discos homenaje a artistas españoles de todo pelaje (¡091 tienen incluso dos!), extrañaba que ningún sello discográfico hubiera puesto sus ojos aún en Siniestro Total, más teniendo en cuenta que este año ha sido el de su retirada de los escenarios -y ya veremos si también de los estudios de grabación-. Y tampoco se puede decir que haya sido así en este caso: ha tenido que ser un programa de radio el que se ha puesto a coordinar a 24 artistas para que hagan sus respectivas versiones del cancionero de la banda nacida en Vigo. De hecho, el subtítulo del disco es claro: Un homenaje a Siniestro Total desde El Sótano de Radio 3. Ahora, sí, una compañía de discos se ha decidido a editarlo.

En la línea del programa, aquí lo que hay es rock, solo rock, en todas sus variantes, desde el doo-woop de The Del Prince (“Assumpta”) a una toma cargada de distorsión de Carolina Durante (“Mario (encima del armario)”), sin duda lo más bárbaro que han grabado. Todos lo llevan a su terreno y, aun así, no dejan de asomar curiosidades que lo hacen más atractivo: Mambo Jambo recuerdan el “Shout” de The Isley Brothers en medio de una adaptación instrumental de “Camino de la cama”, “Ilegales” introducen unos segundos de aires morunos en “Ayatolah”, Doctor Explosion parecen haber transmutado en The Who para “La caca de colores”, The Limboos recuerdan a Los Coyotes de su mejor etapa latina en “Menea el bullarengue”… Pero nada como la toma campestre que Los Nikis de la Pradera hacen de “Quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos” que, por si fuera poco, se eleva a los cielos con el verso añadido que asegura que “Si tienes dudas existenciales, pregúntale a Siniestro Total”.

NATALIA LAFOURCADE: De todas las flores (Cultura y entretenimiento ML-Sony)

“A este mundo vine solita, solita me voy a morir”. Así se abre el noveno disco de la mexicana Natalia Lafourcade, en un verdadero tour de forcé que es su primer corte, “Vine solita”. Es la primera colección de canciones suyas desde Hasta la raíz (2015), después de cuatro discos formados en buena parte por adaptaciones de temas ajenos que homenajeaban a la música latinoamericana: los dos volúmenes de Musas (2017 y 2018) y los dos de Un canto por México (2020 y 2021).

Este diario tan íntimo, ya desde su inicio, le debe su origen a un amigo que le recordó que con las versiones de otros se estaba escondiendo de lo inevitable: encontrarse consigo misma. De ahí estas doce canciones que forman un bello y complejo diario íntimo, que explotó al crear su segundo tema, “De todas las flores”, más en la línea de su mayor éxito, “Hasta la raíz”. El disco, que “honra la vulnerabilidad, la vida y la muerte, la feminidad, la naturaleza, lo místico, el amor y el desamor», muestra el sufrimiento causado por una relación rota, pero también el aprendizaje y la sanación que le sigue, así como la celebración del hecho de vivir. Desde lo más íntimo a los ritmos afrocubanos, ese proceso se puede seguir tal y como ha dispuesto las canciones, con dos cortes al final que cierran el círculo trazado al principio como son “Muerte” y “Que te vaya bonito Nicolás”.

PAUL WELLER: Will of the People (Universal)

En el otoño de 2003, el disco triple Fly On The Wall reunió caras B, canciones publicadas en EPs y maxi-singles, remezclas, grabaciones en directo e inéditos que no habían sido incluidos en ninguno de sus álbumes desde que debutara en solitario en 1992 con  su disco homónimo. Will of the People incide en la misma línea, con una recopilación similar de rarezas, esta vez abarcando los diez discos que ha editado de 2003 a 2021.

Conviene recordar que parte de este periodo ha sido el más aventurado en la trayectoria de Weller tras The Jam y The Style Council, por lo que resulta más interesante que aquella primera colección de cuando era conocido como ‘modfather’ por un sonido previsible y monolítico. Aquí hay más experimentación, más acercamiento a distintos sonidos, más ganas de disfrutar componiendo y trabajando en el estudio, con colaboraciones de Primal Scream, Simon Tong, Pet Shop Boys o Graham Coxon. Por ello no es difícil encontrar gemas que, aunque no aparecieron en sus LPs, sí que hubieran merecido estar ahí, empezando por el trallazo sónico que es “Rip the Pages Up” y continuando, por ejemplo, con “The Ballad of Jimmy McCabe”, “Devotion” o “I’ll Think of Something”

BETH ORTON: Weather Alive (Partisan-PIAS)

Beth Orton siempre ha sido una persona esquiva, de las que no buscan la primera plana sino que lo que busca es que su música hable por ella. Por eso casi tres décadas después sigue editando discos sin haber tenido que pagar el peaje del éxito. Ahora, tras seis años de silencio, reaparece con un sexto álbum que la aleja en parte de los sonidos folk mezclados con ritmos electrónicos que han caracterizado su trayectoria, desde que empezase colaborando con The Chemical Brothers o William Orbit.

En este caso, su nuevo disco está marcado por distintos problemas de salud a los que tuvo que enfrentarse y por la naturaleza de su país, el Reino Unido, redescubierta a su regreso tras pasar varios años en los Estados Unidos. Sin nadie a quien deberse, grabó unas primeras maquetas que motivaron que su discográfica rompiese con ella por lo arriesgado de lo que les presentó, y Orton tuvo que acabar de grabarlo pidiendo un préstamo. Ciertamente, hay en Weather Alive ocho cortes largos, intangibles y desarrollados con la libertad de las improvisaciones de grupos de jazz. De hecho se acompaña por músicos de jazz como el baterista Tom Skinner (The Smile, Sons of Kemet, Hello Skinny) para acabar entregando un disco creado en libertad, hondo, del que no hay duda de que siente plenamente orgullosa y de los que más perdurarán en su discografía.

PJ HARVEY: B-Sides, Demos & Rarities (Island-Universal)

De hace dos años a esta parte, PJ Harvey ha ido editando durante la pandemia todos sus álbumes en solitario en versión maqueta, las primeras grabaciones que hizo de todas las canciones de su discografía oficial antes de tomar su versión definitiva tras pasar por el estudio de grabación. Se dejó únicamente Rid of Me (1993), porque ya había editado esas maquetas en su día (4-Track Demos, 1993), y los dos discos registrados junto a John Parish (Dance Hall at Louse Point, 1996, y A Woman a Man Walked By,2009), que no son estrictamente trabajos suyos en solitario.

Por si fuera poco a asimilar por sus seguidores, aparece ahora un nuevo recopilatorio de 59 canciones, 14 de ellas totalmente inéditas -de las que solo “Why D’ya Go to Cleveland” no es una maqueta- y la mayoría imposibles de conseguir de forma física o digital hoy en día, titulado Caras B, maquetas y rarezas. Ella asegura que necesitaba darles salida para que encontrasen finalmente su camino y que algunas las siente más cerca de su corazón que parte de las fueron editadas en su momento. En sus más de tres horas hay mucho recuperable, como “One Time Too Many”, “Who Will You Love Me Now?”, “This Wicked Tongue”, “30”, “My Own Private Revolution”, “Stone”, “Red Right Hand”… Sin créditos a mano y con el orden aleatorio de su disposición, el juego está en descifrar a qué época de su producción corresponde cada una. Ahora, resucitados todos estos cadáveres del armario, toca ya un nuevo álbum suyo. No hay excusa.