Ian McEwan: «La cucaracha»
por Mercedes Martín
(Anagrama, 2020. 126 págs)
Jim Sams se despierta un día en el número 10 de Downing Street con un objetivo marcado en cada una de sus células: aislar al Reino Unido del mundo a través del Reversionismo. Revertir el flujo del dinero y que te paguen por comprar y pagues por trabajar. Esto incentivará la economía, pues para ganar dinero, la gente tendrá que comprar. El ahorro está penalizado, por eso los trabajadores comprarán trabajos cada más caros, para deshacerse del dinero adquirido en las tiendas.
Jim es consciente de que no era primer ministro el día antes. De hecho su pasado está ligado a las cloacas: era una cucaracha. Pero no está solo: otras decenas de compañeras cucarachas han tomado otros tantos cuerpos humanos en el parlamento británico para llevar a cabo una misión cuya importancia solo se puede comparar a las que llevan a cabo los profetas.
Esa mañana, en cuanto se levanta y toma contacto con su equipo, advierte que todos están en el mismo barco, que hay cucarachas detrás de cada apariencia de diputado y que todos esperan sus órdenes. ¿Cómo saber qué hacer en cada momento? No importa, una sabiduría colectiva “feromónica” le guiará para que guíe a su vez al resto. Todo irá fenomenal, no hay más que echar a rodar por la pendiente.
Sin embargo, Jim encontrará, nada más empezar, algún que otro obstáculo que tendrá que quitar de en medio, algún que otro ser humano auténtico, sin pasado “cucarachil”, que razona y pretende razonar con los ciudadanos por el interés común. Para esta clase de persona no hay lugar en el nuevo Reino Unido del futuro. Jim tendrá que echar mano de toda su intuición de seis patas para trazar un plan infalible y dejar el terreno libre al desenfreno reversionista.
No puedo dejar de lado la cuestión real detrás de estas humorísticas páginas: ¿qué hay detrás del Brexit? Estoy segura de que McEwan se lo preguntaba una y otra vez sin dar crédito a lo que estaba sucediendo en el Reino Unido real de nuestra época. Cuando se sentó a escribir esta breve historia, lo que pretendía era averiguarlo y trasladar un mensaje a los demás, al estilo de Jonathan Swift. ¡Mirad lo que nos ha pasado, hemos sido embaucados por un montón de cucarachas! ¿Qué significan las cucarachas para McEwan? ¿Qué hizo que los partidos políticos británicos tomaran posiciones en una carrera semejante y se lanzaran a correr sin pararse a pensar adónde iban? Pienso que las cucarachas no son solo un guiño a La metamorfosis de Kafka, sino sobre todo un símbolo del espíritu que posee a cierta clase de “servidores públicos” que no dudan en someterse al régimen de conseguir objetivos por encima de las personas.
Y… Una sorpresa nos aguarda todavía al final de esta estrafalaria historia: las cucarachas no han hecho esto por hacerlo, sino que serán las únicas que, después de todo, obtendrán beneficios para su especie.