José Ramón Blanco: “Poesía (1971-2016)”
por Alberto López Echevarrieta
(Muelle de Uribitarte Editores, Bilbao. Colección Gerión de poesía. 473 páginas)
“La poesía de José Ramón Blanco es sensitiva y, por tanto, sensual. Además, sentimental, contemplativa y propia de un viajero que se ha recorrido medio mundo. Lógicamente, esa cultura del viaje sirve para describir muchos paisajes, íntimos incluso, y añado que es poesía romántica”. Así ha descrito Alfonso Carlos Saiz Valdivielso el contenido de Poemas (1971-2016) en la presentación del libro recientemente publicado por el poeta José Ramón Blanco.Blanco es un enamorado de la poesía. Cree a pie juntillas que este género literario tiene un público fiel. Es más, dice que mientras haya romanticismo existirán los poemas. “¿Qué es una vida sin poesía?”, señala. Recuerda sus comienzos, cuando presentó sus primeros poemas a un editor y obtuvo de él un comentario que le marcó para siempre: “Es un trabajo digno”. Corría el año 1971 y desde entonces ha publicado numerosos libros, entre ellos las biografías de los poetas Ramón de Basterra y Fernando de la Quadra Salcedo.
Viajero impenitente
Ya jubilado de su trabajo como juez, da rienda suelta a su otra gran pasión, los viajes. Cada uno de ellos le da pie a la redacción de un texto cuya lectura no puede ser más descriptiva. En la presente obra hay un importante capítulo dedicado a los lagos de Britania, para él tan románticos o más que los escoceses. También un amplio homenaje a Egipto con poemas que van más allá de la pura poesía: “Luxor tiene una vieja estación/ que amanece con el trote de caballos./ El sol tiñe de oro las piedras/ bajo un cielo azul y alto./ Y el río es el dios de la tarde/ por palmeras abanicado”. Pura descripción.
“La obra de José Ramón Blanco es de una enorme claridad atmosférica. No claridad en cuanto a expresión verbal, sino a la atmósfera que, llevada al mundo de la plástica a mí se me antoja como una buena veladura de un cuadro, de esos que cuando los ves te hacen exclamar ‘¡Qué atmósfera más fantástica tiene este cuadro!’”, añade Saiz Valdivielso.
Prólogo de Juaristi
El libro, primorosamente editado y con un gran diseño de portada, ha sido prologado por Jon Juaristi que, en palabras del presentador, “es toda una pieza literaria”. El prologuista va escarbando en determinados resortes del Bilbao cultural para, al final, hacer un remate con el trabajo que nos ocupa.“En la obra poética de José Ramón Blanco -dice Juaristi- hay paisajes muy variados. Es una poesía cosmopolita que no hubiera complacido a Basterra (se refiere al poeta Ramón Basterra), porque éste pensaba que lo más cosmopolita es la hierba, y él, por encima de cualquier otra cosa, se consideraba clásico, y, por tanto, romano. Todo lo no romano era para Basterra, era escita, bárbaro y tenebroso. No es así para José Ramón Blanco, que busca, como Basterra, la claridad del clasicismo (también él se siente comprometido en un ‘combate solar’, en la heliomaquia, en la lucha por la luz). Pero, al contrario que Basterra, no encuentra la luz en Roma. La halla en Grecia (…) La claridad que inunda la poesía de José Ramón Blanco es una luz que perfila todos los paisajes del planeta. En ninguno de ellos hay tiniebla o bruma. La claridad del mundo en Blanco es la explosión de la primavera, la estación del amor, la resurrección de Perséfone y los idilios eternamente adolescentes. En el fondo, qué poco bilbaíno es todo esto”.