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Temporada de la Orquesta y Coro Nacionales de España (OCNE). 
 Octubre 2004 - Junio 2005.  
Conciertos Carta Blanca a Hans Werner Henze . Febrero 2005.  
Conciertos Extraordinarios Cuarto Centenario del Quijote . Abril 2005.  
Director Artístico y Titular: Josep Pons
Expectativas cumplidas
por Jorge Barraca Mairal  
 Se cierra la temporada de la OCNE con éxito en los resultados artísticos, aunque no
     tanto de público. La programación, que ha abarcado desde octubre de 2004 hasta junio
     de 2005, con un eje temático — Viena 1900 — sugerente en lo cultural, jugoso en lo
     musical y variado en el plantel de intérpretes no ha atraído a nuevos abonados pero
     tampoco ha entusiasmado a los antiguos. Sin embargo, este cambio de rumbo debe considerarse sólo
     un inicio: si se continúa por la misma línea (y todo parece indicar que así será),
     la programación de la Nacional acabará por convertirse en un imán para los
     más inquietos y vivificará, por fin, a los espectadores del Auditorio. 
 
Música de Giuseppe Verdi.  
Libreto de Joseph Méry y Camille du Locle, basado en la obra homónima de Friedrich Schiller.  
Dirección Musical: Jesús López Cobos.  
Dirección de escena, escenógrafo y figurinista: Hugo de Ana.  
Iluminador: Sergio Rossi.  
Coreógrafa: Leda Lojodice.  
Intérpretes: Giacomo Prestia (Felipe II), Walter Fraccaro (Don Carlo), Simon Keenlyside (Rodrigo,
     Marqués de Posa), Askar Abdrazakov (El Gran Inquisidor), Josep Miquel Ribot (Un fraile),
     Olga Guryakova (Isabel de Valois), Carolyn Sebron (La Princesa de Éboli), Fabiola Masino
     (Tebaldo).  
Coro y Orquesta Titular del Teatro Real.  
Fotos de: Antonio del Real.  
Madrid. Teatro Real. Funciones desde el 29 de mayo al 17 de junio de 2005. 
 Los escenarios de la muerte 
por Jorge Barraca Mairal  
 
La puesta en escena que Hugo de Ana ha diseñado para este Don Carlo  se erige como el
     elemento más destacado y con mayor relieve de las representaciones. Es indudable que tiene
     una fuerza y una pujanza mayúsculas, que concita atención y despierta emociones.  
No obstante, eso no significa que siempre resulte adecuada y que no puedan ponerse en cuestión
     varias de sus ideas. Recupera, con mínimos cambios, la producción que el Real presentó en
     marzo de 2001, por lo que no puede hablarse de nuevas aportaciones escénicas. En cualquier
     caso, hay que reconocer que la ambientación acusa bien el paso del tiempo. 
  
  
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