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Luis del Pino. Las mentiras del 11-M.

Editorial Libroslibres, Madrid 2006. 250 págs.


Por Iván Gallardo

2ª Parte

V. Del 11-M al 13-M

76. A las diez de la noche del día de los atentados la Cadena Ser, por medio de Ana Terradillos, difundió que se habían encontrado los restos de un terrorista suicida. Una vez los forenses terminaron las autopsias se demostró que esta información era falsa.

77. Se filtró a la prensa que el móvil de la mochila de Vallecas estaba configurado en árabe, pero el sumario del atentado afirma que el móvil de la mochila estaba configurado en español.

78. La noche del 11-M un grupo denominado Brigadas de Abu Hafs Al-Masri reivindicó los atentados a un periódico de Londres. Ningún servicio de inteligencia del mundo concedió la más mínima credibilidad al asunto excepto algunos medios de comunicación españoles.

79. A las tres y cinco de la tarde del 13-M la Cadena Ser difundió una noticia según la cual el CNI creía al 99% que el atentado era obra de islamistas radicales. Dos horas más tarde, el director de este organismo, Jorge Dezcallar, desmentía la noticia por medio de la agencia EFE, y confirmaba que se seguía investigando también a ETA.

80. El 13-M alguien llamó a Telemadrid para comunicar que había depositado en una papelera cercana a la mezquita de la M-30 una cinta de reivindicación del atentado. Pero esa cinta no apareció en la papelera sino en las manos de un policía retirado, dato que se ocultó a la opinión pública.

81. La Policía trató de averiguar desde dónde se había realizado aquella llamada, y esa misma noche detuvo a un español, Juan Manuel O.T. La Policía lo puso en libertad tras tomarle declaración. Esta detención se ocultó a la opinión pública. Todavía no se sabe quién o desde dónde se efectuó esa llamada.

82. No se sabe quién es la persona que habla en el video reivindicando los atentados en nombre de Al Qaeda.

83. Tampoco se conoce la identidad de la persona que depositó aquella cinta. No aparecen rastros de ADN ni huellas dactilares de ninguno de los 116 detenidos por el 11-M.

84. Las concentraciones frente a las sedes del PP el día de reflexión no fueron espontáneas, sino que se convocaron mediante mensajes SMS, algunos de ellos difundidos por cargos pertenecientes a partidos políticos.

85. La tarde del 13-M se difundió la información de que el Gobierno estudiaba suspender los comicios.

VI. El episodio de Leganés

86. Existen tres versiones contradictorias sobre la forma en que se localizó el piso de Leganés: 1ª) Siguiendo el rastro de las llamadas telefónicas de los terroristas. 2ª) Siguiendo un vehículo en el que una persona de raza árabe había huido al entablar un tiroteo con la Policía en Zarzaquemada. 3ª) De forma casual al comprobar pisos alquilados por árabes. Para aclarar estas contradicciones el juez Del Olmo solicitó las cintas del 091 en las que estaban grabadas las conversaciones de la Policía esa tarde. Pero esas cintas habían sido borradas.

87. Las primeras unidades policiales (curiosamente unidades anti-ETA) llegaron al piso en torno a las 14:15, pero no se desalojaron a los vecinos hasta cinco después.

88. Sin rehenes ni vecinos de por medio los GEO forzaron el asalto y no intentaron negociar.

89. Los GEO graban todas sus operaciones, pero no se conoce ninguna imagen de su actuación en Leganés.

90. El grupo de supuestos terroristas suicidas esperó a que se desalojasen ocho bloques de viviendas para hacerse estallar.

91. En el momento de la explosión los GEO estaban parapetados en el tramo de bajada de las escaleras del edificio y el foco de explosión se localizó en una de las habitaciones interiores del piso. Por lo tanto, los terroristas no estallaron cuando los GEO iniciaban el asalto con el fin de morir matando.

92. El GEO Torronteras murió por accidente debido a un fragmento de ladrillo que le cortó la vena femoral y no porque se encontrara cerca del foco de explosión.

93. Ninguno de los cadáveres de los suicidas apareció con un cinturón de explosivos.

94. Dos de los cadáveres aparecieron junto a bolsas con dinamita, pero esas bolsas no habían estallado porque carecían de iniciadores.

95. Probablemente estalló una sola carga ya que los cadáveres estaban situados a distancias muy diferentes respecto al foco de la explosión: tres de los cadáveres estaban casi enteros, otros dos se pudieron reconstruir con facilidad y los dos últimos aparecieron totalmente destrozados.

96. En las paredes del piso no hay ningún resto de sangre.

97. Según los vecinos del inmueble durante unos quince minutos hubo un intercambio de disparos, pero a) Sólo se encontraron cinco cartuchos percutidos. b) Ningún policía ni transeúnte fue herido. c) Ningún objeto de las inmediaciones resultó agujereado por impacto de bala.

98. Uno de los cadáveres apareció con los pantalones puestos al revés.

99. No se encontraron las manos ni ningún dedo de tres de los cadáveres.

100. Ni en el piso ni en los objetos se encontró ni una sola huella dactilar de esos tres cadáveres a los que les faltaban las manos.

101. Es más, en los objetos y paredes del piso no se encontró huella dactilar de ninguno de los supuestos suicidas, excepto en libros y documentos.

102. Una de esas huellas de los libros corresponde a Mustafá Maymouni, pero esta persona estaba encerrada en una cárcel de Marruecos desde 2003.

103. En el sumario no hay ni un solo testimonio de alguien que hubiera visto vivo a alguno de los presuntos suicidas el día de la explosión.

104. Este dato lo hizo público un medio de comunicación dos años después de los atentados del 11-M (25/II/06). Y justo dos días después de esta publicación un policía recordó que él sí había visto a uno de los terroristas asomarse por la ventana.

105. El antropólogo José Luis Prieto, que el PSOE llevaría luego a la comisión de investigación como experto forense, impidió que la Policía Científica accediera a los cadáveres.

106. A los presuntos suicidas de Leganés no se les practicó la autopsia.

107. Para identificar los tres cadáveres sin manos se recurrió a las pruebas de ADN. Para realizar la prueba se solicitaron muestras de familiares de Marruecos y Argelia, pero en España tenían familiares directos, a los que no se recurrieron.

108. El de Leganés era un piso marcado por los servicios del Estado en el que ya se habían realizado varias intervenciones policiales con anterioridad.

109. En el piso contiguo al de la explosión vivía un policía que ayudó a los GEO a preparar el asalto, dato que se ocultó a la opinión pública.

110. En el piso de Leganés aparecieron 594 envoltorios de cartuchos de Goma-2 ECO correspondientes a 90 kilos de explosivo. Si en el AVE utilizaron 12 kilos, en el piso aparecieron 17 kilos sin detonar y en la explosión recurrieron 20 kilos, llevaron al piso unos 270 envoltorios sin ninguna utilidad.

111. En el sumario del atentado se dice que el transporte del explosivo desde Morata de Tajuña a Leganés se realizó en cuatro viajes en autobús y uno en coche. El primer viaje en autobús se realizó el 5 de enero, el segundo el 14 del mismo mes y los otros dos en la primera quincena de febrero. Pero según las numeraciones de los envoltorios, esos lotes de explosivo comenzaron a llegar a las minas asturianas el 23 de enero.

112. Existe una carta de despedida de uno de los presuntos suicidas dirigida a fu familia de Marruecos. La carta está escrita en árabe, pero en la firma se utilizan caracteres latinos.

113. El mismo día de la explosión (3 de abril) a las 18:05 se recibió en el periódico ABC un fax manuscrito en árabe en el que los presuntos suicidas de Leganés reivindicaban el atentado del 11-M, la bomba del AVE y lanzaban un ultimátum al Gobierno de Zapatero. Los análisis grafológicos incluidos en el sumario aseguran que el fax fue redactado por El Tunecino (uno de los supuestos suicidas), que a las seis y cinco de esa tarde estaba rodeado por la Policía. Pero en el piso de Leganés no había ningún fax ni aparato digitalizador para mandarlo desde un ordenador.

114. La Policía no investigó desde qué teléfono se había enviado el fax al ABC hasta el 9 de marzo de 2005, y a petición del juez Del Olmo. Para entonces la compañía telefónica ya no estaba en condiciones de ofrecer ninguna información a causa del tiempo transcurrido.

115. A lo largo de la tarde del 3 de abril una telefonista de Telemadrid recibió varias llamadas en las que un hombre "con acento árabe afrancesado" se identificaba como miembro de Al Qaeda e informaba de que había enviado un fax, que al final resultó estar en blanco. Rastreadas las llamadas por la Policía se determinó que se habían realizado desde una cabina telefónica situada en la calle Antonio López.

116. Cuando la Policía Científica analizó la cinta de Telemadrid en donde estaban grabadas esas conversaciones, la cinta estaba borrada.

117. En el sumario se dice que los presuntos terroristas llamaron por teléfono móvil a sus familiares poco antes se suicidarse. Dos fuentes confirmarían esto: los Servicios Secretos marroquíes y los hermanos de dos de los suicidas. Pero los miembros de los GEO habían activado un inhibidor de ondas para evitar las comunicaciones de los terroristas con el exterior, según declaró el geo 81.743 ante la juez Teresa Palacios.

118. Según un primer informe policial, en el piso de Leganés se encontraron diez teléfonos móviles. Pues a pesar de tener a su disposición ese elevado número de teléfonos, los supuestos terroristas efectuaron todas sus llamadas (un total de 23) desde un único móvil con tres tarjetas distintas.

119. A lo largo de los dos años siguientes a la explosión la Policía elaboró dos informes más sobre las llamadas, que se contradicen entre sí y con el primero, tanto en el número de teléfonos y tarjetas como en el número de llamadas y los destinatarios de las mismas.

120. El Auto de Procesamiento dictado por el juez Del Olmo en 2006 recoge la siguiente información sobre las llamadas: a) Se utilizaron tres tarjetas pero cada una con un teléfono diferente. b) Parte de las llamadas de despedida se hicieron desde fuera del piso. c) Una de las tres tarjetas fue empleada con un teléfono que no figura entre los que fueron encontrados en el piso de Leganés ya que con ese móvil se realizó una llamada el 21 de mayo de 2004.

121. La bomba de las vías del AVE, supuestamente colocada por los suicidas de Leganés, se iba a detonar con un cable eléctrico de decenas de metros. Resulta curioso este método cuando en los trenes del 11-M habían utilizado móviles como iniciadores.

122. En el acta oficial de los objetos del piso levantada durante el desescombro no aparecen los dos teléfonos empleados para realizar las llamadas.

123. Los Tédax se llevaron objetos que no tenían ninguna relación con su actividad profesional.

124. No se ha explicado la profanación de la tumba del GEO Torronteras.

VII. El coche Skoda Fabia

125. Se detectó tres meses después de los atentados en Alcalá, cerca de la furgoneta Kangoo. La Policía ha sido incapaz de demostrar que este coche estuviera en Alcalá el 11-M. No existe ni una sola foto ni grabación del coche el día de la masacre.

126. No se contrastaron los datos de su matrícula con las bases de datos de la Policía ni el día de los atentados ni en los siguientes.

127. Este coche es el único elemento que permite vincular a Allekema Lamari (supuesto séptimo suicida de Leganés) con la trama de los atentados.

128. El coche figuraba como robado y la Policía lo retiró de la Avenida de Bruselas varios meses antes de los atentados.

129. Era un coche "marcado" (se vio involucrado en dos delitos antes de los atentados, ambos denunciados ante la Policía) y no tenía la matrícula doblada.

130. Un ciudadano chileno confesó haber robado en Benidorm en septiembre de 2003, pero sus declaraciones contienen numerosas contradicciones y falsedades (no fue capaz de acertar con el color del vehículo, por ejemplo).

131. La Policía expulsó a este ciudadano chileno de España en virtud de la Ley de Extranjería sin comunicárselo al juez Del Olmo.

VIII. Jamal Ahmidan “El Chino”

132. A Jamal Ahmidan nadie le llamaba "El Chino" según confirmó Otman El Gnaoui, uno de sus lugartenientes. Trashorras lo conocía como "Mowgly" y el primero que utiliza el apodo de "El Chino" es Zouhier el 19 de marzo de 2004.

133. En las bases de datos de la Policía no figura hasta después del atentado nadie llamado Jamal Ahmidan.

134. Al introducir las huellas dactilares encontradas en la casa de Morata de Tajuña y en el cadáver de Leganés del supuesto Ahmidan, aparecen como pertenecientes a un argelino llamado Ahmed Ajon.

135. No se puede demostrar que la persona llamada Jamal Ahmidan sea la misma cuyo cadáver apareció en Leganés y cuyas huellas dactilares aparecieron en la casa de Morata de Tajuña.

136. Este presunto islamista tenía un hijo estudiando en un colegio católico, convivía con una mujer que fumaba, que tenía un anillo en la boca y que no era musulmana y en sus conversaciones telefónicas sólo hablaba de drogas.

137. Su comportamiento poco antes del atentado no se corresponde con el de un terrorista: alquila la casa de Morata abonando el importe de un año de alquiler por adelantado, compra diversos enseres para la casa, contrata un grupo de albañiles para construir una segunda planta en la vivienda y una piscina, adquiere animales de corral, se presenta a todos sus vecinos...

138. Su comportamiento tras el atentado también resulta peculiar: además de continuar normalmente con sus actividades cotidianas, el 19 de marzo celebra el día del padre en la casa de Morata rodeado de la familia y abronca a un vecino porque le han robado uno de sus corderos.

139. Además, se personó en el cuartel de la Guardia Civil para denunciar el robo de ese cordero.

140. La casa de Morata de Tajuña era bien conocida por la Policía antes de los atentados, pero no entró en ella hasta el 26 de marzo. Su propietario era un islamista que estaba en prisión por colaborar con Al Qaeda. Se sabía que los móviles vinculados con la mochila de Vallecas se habían activado en las inmediaciones de la casa de Morata el 10 de marzo. Y Trashorras condujo a la Policía hasta la casa el 19 de marzo sin que ésta decidiera irrumpir en ella o controlar a sus moradores.

141. En el piso de la calle Villalobos donde vivía la compañera de Ahmidan se encontró un ordenador portátil desde el que se había accedido a numerosas páginas de contenido islamista entre el 19 y 23 de marzo de 2004, pero es imposible que Ahmidan efectuara esos accesos ya que el piso estaba controlado por la Policía desde el 19 de marzo.

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Nº 18 - Febrero de 2007

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