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El abanico español. La colección del Marqués de Colomina


Palacio de Dos Aguas. Valencia
Del 3 de octubre de 2008 al 11 de enero de 2009



Por Julia Sáez-Angulo


La muestra ha sido comisariada por Carmen Rodrigo y patrocinada por CaixaGalicia. Fue inaugurada por el director de la institución don Jaume Coll y en la inauguración, además de la familia del marqués, estuvieron artistas como Vicente Espinoso, premio Nacional de Cerámica; el escultor Paco Sáinz, José Diesco, Pilar Caropio y Silvestre o la dibujante María Montes.

AbanicoEl citado museo valenciano cuenta en sus fondos con una buena colección de abanicos –numerosos de la firma de Colomina-, por lo que era el marco idóneo para exponer el centenar de piezas de la muestra, entre las que se encuentra una decena procedente del Palacio Real en Madrid, que también tiene en su haber hermosas piezas de la casa valenciana. Los abanicos están fechados entre 1840 y 1875, periodo de actividad del marqués.

La fabricación de abanicos se consolidó en el siglo XIX en España, después de que en Francia se agotara la moda en los años 20 de la Belle Époque. En la actualidad los abanicos españoles siguen utilizándose como complemento utilitario y estético lo que hace que su fabricación siga viva. Varias ciudades andaluzas como Cádiz y Sevilla, además de Madrid y Barcelona, fabricaron bellos abanicos, pero Valencia ganó la reputación por su buen saber hacer. Don José Colomina y Arquer (1809 – 1875) se estableció en 1840 como fabricante de abanicos.

La exposición en el palacio del Marqués de Dos Aguas incluye, como contrapunto, ejemplares de otros fabricantes de los siglos XVIII y XIX, para lustrar los antecedentes y el contexto histórico en el que se inició la actividad. Los abanicos del marqués de Colomina se caracterizan por plasmar el estilo propio de la reina Isabel II y de la regente María Cristina de Habsburgo y Lorena. Calidad de maderas para las varillas y pintura hecha a mano para los países del abanico hacen subir el listón de esta artesanía para convertirse en objeto valioso de ornamentación, una joya artística.

AbanicoJaume Coll explica que el abanico tiene una larga vinculación con la institución museística “empezando por la declarada afición hacia este objeto de Amalia Cuñat y de su marido y fundador de nuestro Museo, Manuel González Martí. Él, hombre inquieto y con plena dedicación al arte desde su juventud, plasmo en países de abanico sus caricaturas firmadas con el pseudónimo Folchi, o los jocosos versos que llamó "dotoreríes de l´horta". Muchos años más tarde, González Martí quiso rendir homenaje a la afición de su esposa creando una sala del "Tocador de lujo" del palacio de Dos Aguas al ser instalado allí el Museo Nacional de Cerámica. Posteriormente otros abanicos se mostraron en la sala del "Museo del Vestido", que ocupó la sala de la Biblioteca del antiguo palacio marquesal. El museo valenciano se ha enriquecido últimamente con donaciones de Josefa María Matoses, Jordi Martí, Daniel Puchades y otros ingresos por compra.

Temas Históricos

La comisaria de la exposición, Carmen Rodrigo, recuerda los artistas que en su día pintaron bellos ejemplares como Francisco Povo Peiró (1880 – 1960) que se dedicaba a la pintura de abanicos desde 1915 -según señalaba José Francés-, junto con Luís García Falgás, Pascual Capuz y Antonio Esteve. Rodrigo menciona los distintos temas que abordan los abanicos y pericones (ejemplares de gran tamaño) y cita "el novedoso en Valencia fue el que aplicó la técnica cinematográfica en la decoración de la hoja de tela, que –patentada por Talbot y utilizada en 1856 por el fotógrafo valenciano Antonio García, suegro de Sorolla- se divulga hacia 1916 y logra un interesante efecto en grisalla, como Mujer regando y Joven con caballo. Ambos representan una figura femenina."

Abanico"El tema revival, siempre presente en el abanico valenciano, está representado por dos abanicos: el primero con la célebre Rendición de Granada –copia del cuadro de Padilla- y el segundo con el Retrato de la duquesa de Montpesier, copia del retrato pintado por Winterhalter en el palacio de Versalles", explica la comisaria. "Abundan en la colección los abanicos de tema galante y bucólico-pastoril tan apreciados en Valencia", añade. Algunos son copias de originales de los artistas franceses como Watteau, Boucher o Fragonard.

El tema bíblico o religioso se incluye en esta exposición con "temas como Moisés en la roca –parecido al grabado de Esteve, inspirado en el cuadro de Murillo- y Escenas del Antiguo Testamento no identificables", señala Rodrigo. "Los temas infantiles y humorísticos, tan frecuentes a principios de siglo, se exponen en Trío juerguista, Ciego y músico, Trío de niños en azul y Juego de toros. Los asuntos son originales y están bien tratados, con varillajes sencillos de madera y países de tela de algodón. Alguno pudiera estar pintado por Povo, famoso ilustrador valenciano del primer tercio del siglo XX, pues sabemos que pintó abanicos infantiles". La exposición presenta igualmente abanicos de recuerdo para turistas.

La comisaria resalta algunos tipos curiosos de abanico valenciano el llamado de corona porque en el reverso, los extremos de las varillas levan como remate una corona de nácar aplicada encima del país como el ejemplar Lirios y cisnes, con magnífico varillaje de concha negra de Tahití. Otra variedad valenciana es la del abanico varifuera representado en Flores, con todas las varillas caladas y montadas por delante del país y, por último, el varillaje de sultanas en el que dos o más varillas, por lo general de forma ondulada, se montan encima del país como el abanico Cupido, de encaje y gasa pintada.

AbanicoPara Carmen Rodrigo la colección Colomina, de los siglos XIX y XX es un valioso conjunto que muestra "las características de los fabricantes valencianos, por lo que sirve para adquirir la certeza del estilo que se realizaba en Valencia por aquellas fechas. Por una parte se seguían las directrices de las ferias internacionales de Londres, París,… y de los grandes abaniqueros europeos Duvelleroy y Alexandre, y por otra, la demanda el mercado español e hispanoamericano que requería unos abanicos más recargados y ricos en sus adornos sobre todo en los varillajes".

Piezas de Patrimonio Nacional

La exposición muestra varios abanicos de Patrimonio Nacional que pertenecieron a la realeza y el catálogo muestra solemnes retratos de reinas que lucen abanicos como Isabel II, María Cristina de Habsburgo y la reina Victoria Egenia. Uno de los ejemplares expuestos es de la reina Sofía para eventos veraniegos informales, titulado Claveles amarillos, decorado a base de un ramillete pintado sobre tafetán de seda blanca, con gran realismo y soltura. La montura es de concha lisa que realza el elegante conjunto.

AbanicoHelene Alexander fundadora y directora del Fan Museum de Greenwich, el gran museo de abanicos en Londres, escribe en el catálogo de la exposición que "los últimos años del siglo XIX serán recordados esencialmente por las bellas composiciones que firmaron los pintores y artistas como Henneguy y Bastard, que fabricaban montures, que son obras de arte por derecho propio".

El abanico sigue siendo un complemento utilizado en España y eso da lugar a creaciones singulares de diseñadores de moda o pintores como Charo Marín, Manuel Oyonarte, Vives Fierro, Ana Queral, Andrés Puig y otros. El Museo de Arte Contemporáneo de Requena (Valencia) llevó a cabo recientemente una muestra de pericones pintados por artistas latinoamericanos. La pintora Mayte Spínola también convocó un festival de abanicos históricos y actuales en el que se dieron cita numerosos artistas. El duque de Lugo ha sido uno de los personajes que han dinamizado la moda del abanico masculino, de menor tamaño para lucir en el bolsillo.

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Nº 39 - Noviembre de 2008

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