Museo de Arte Latinoamericano creado por Fernando Ureña Rib.
Por Julia Sáez-Angulo
La
República Dominicana tiene una gran tradición de contacto
con el arte español y, seguramente de ella, ha fructificado un
rico ambiente artístico y circuito comercial en Santo Domingo,
que recientemente ha llevado a cabo una importante exposición de
artistas españoles, con acentos del trópico, entre los que
se encuentran nombres como Eugenio Granell, Vela Zanetti, Pascual, etc.
Ya en tiempos del presidente Trujillo, una delegación de pintores
españoles, al frente del pintor Juan Alcalde, trabajó en
la República Dominicana y dejó una notable cantidad de obras.
Entre los artistas presentes se encontraba Ricardo Zamorano y Manuel Ortega.
Exposiciones en Lisboa y Madrid
Fernando Ureña Rib (1951) tuvo como gran maestro
a Jaime Colson y como buen amigo, al poeta Pedro Mir, porque él
también hace literatura. El gran Museo de Arte Latinoamericano
digital es punto de referencia, exposición y consulta de la nómina
más granada de artistas latinos. Ureña tiene autoridad en
el circuito artístico internacional. Su pintura, de espíritu
refinado con algunos acentos caribeños, representa con frecuencia
la figura humana, sobre todo el desnudo femenino o bodegones mágicos
que se aproxima a la abstracción. Es un colorista espléndido
y muchos de sus trabajos se divulgan a través de infografías
o lienzo-grafías. Recientemente ha expuesto en Lisboa y próximamente
lo va a hacer en Annta Gallery de Madrid.
"En
Lisboa exhibí en un centro cultural llamado Casa de América
Latina, un lugar destinado a promover los valores de nuestra cultura iberoamericana.
Fue una gran satisfacción exponer allí y descubrir la rica
cultura de ese país. En España conocí a las galeristas
Alma Noblia y Alma Ramas de la galería Annta en Chueca y juntos
tenemos proyectos muy interesantes para promover mis pinturas en España
y más allá de los Pirineos", informa Fernando Ureña.
Del panorama artístico en su país asegura que "al igual
que en toda América Latina, hay gran efervescencia, mucho talento
y figuras que se apuntalan como indiscutibles creadores".
La mujer como figura
En la pintura de Ureña domina la figura y el desnudo
femenino: "Es una experiencia de vida, de infancia, diría.
Mi madre era modista y vistió generaciones de novias dominicanas.
En el taller de mi madre, donde yo la ayudaba desde niño, las chicas
se vestían y desvestían en mi presencia.
Creo que esas experiencias primeras de la vida marcan ciertas preferencias
temáticas en el artista. Mi maestro fue Jaime Colson, un humanista
y apasionado del desnudo, quien vivió entre Barcelona y Madrid
una vez pasada la Primera Gran Guerra. Con él y con el maestro
serbio Josef Mejsner aprendí muchos secretos sobre la pintura del
desnudo. Con los años me he dado cuenta de que la mujer es el ser
más poderoso de la tierra. Y de la historia. No me refiero al poder
político, que es pasajero, sino a aquel de ejercer innumeras transformaciones
en la sociedad, desde la cuna. La mujer desnuda es para mi un símbolo
de libertad y de poder".
En su trayectoria artística ha trabajado en diversas
series pictóricas sobre sueños, pesadillas, formas humanas,
órficas, biológicas, orgánicas, oceánicas,
lúdicas, carnavales, máscaras, atuendos... "Todo me
interesa", dice. Recientemente trabaja en las series Orgánica
y Oceánica. "Lo de la serie de Orgánica
me vino luego de Crisálidas, una serie en la que existen
transformaciones constantes de las formas. La variante de Oceánica
se refiere a la vida submarina, una especie de reinvención de ese
mundo maravilloso".
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