Ruslan Galasov, poética de la pintura caucasiana
Galería Barca Solar. Madrid. Del 5 de Julio al 10 de Septiembre de 2007
Por Julia Sáez-Angulo
Ruslan
Galasov (Osetia del Norte, 1940) es un pintor colorista de dibujo firme,
con señas de identidad tan claras que hacen reconocible y valioso
su trabajo. Son muchos los pintores que le compran su obra, motivo que
le llena de orgullo y que le hace pertenecer a la estirpe de "pintor
de pintores".
La figura humana es el tema predominante en el repertorio
icónico de Ruslan Galasov, aunque también pinta bodegones
y paisajes. "Me atrae el rostro humano porque me resulta interesante
como forma y se presta bien al color. También por su expresividad
psicológica, por su capacidad de drama que parece aportar más
vida a los cuadros que la naturaleza muerta. Quizás el periodismo
y la literatura hayan influido también para que mi pintura se interesa
más por los seres humanos".
En los cuadros de Ruslan Galasov podemos ver mujeres
ensimismadas de gran expresión poética, maternidades, familias,
leñadores, magos, charlistas, jugadores de cartas y, sobre todo,
músicos e instrumentos musicales, porque su esposa e hijos son
intérpretes de piano y oboe. También pinta algunos toreros,
paisajes, bodegones y floreros. El pintor ha llevado a cabo igualmente
retratos de libre interpretación y tres autorretratos.
Hsar Gassiev, el gran maestro
El artista caucasiano destaca los grandes nombres del
arte de su país como Hsar Gassiev (Osetia del Norte, 1929) "un
maestro de gran valía que vive en Moscú", ciudad en
la que vivió Galasov desde los 15 años hasta 1991 en que
se instaló en España con su esposa y cuatro hijos. Ruslan
Galasov ha instalado su estudio en El Escorial y su obra figura hoy en
colecciones privadas y museos como el de Arte Contemporáneo de
Vladikavkas.
"Nuestra cultura alana, indoeuropea es muy rica
y antigua. Las conocidas esculturas de oro del tesoro de Skifia, están
hoy presentes en diversos museos y hablan de una cultura refinada",
recuerda Galasov. "El Caucaso incluye una gran variedad de pueblos
y gentes, cada cual con su propia tradición. En el siglo XII fue
un gran país con enorme territorio muy poblado, pero las conquistas
del Ghengis Kan y sobre todo el avance de Tamerlán acabó
con su hegemonía. Según los historiadores, el número
de cabezas cortadas por el último caudillo en Vladikavkas, capital
de Osetia, fue tan elevado, que puso de manifiesto el hecho de que era
la ciudad europea más poblada de su tiempo.
Ruslan
Galasov ha pintado un gran cuadro titulado Beslan con motivo
de la triste matanza en una escuela de 400 personas, en su mayoría
niños y mujeres, por los terroristas chechenos. El cuadro, de fuerte
carga simbólica, refleja el dolor de una madre ante la fotografía
de su hija. Actualmente trabaja una serie en la que aborda la abstracción.
Más información: www.ruslangalasov.com
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