ERIK LEVESQUE EXPONE PINTURAS Y GRABADOS SOBRE ESPAÑA

El artista Erik Levesque, que residió recientemente en España, pensionado en la Casa de Velázquez, expone sus últimos trabajos en la iglesia románica de Balazuc (Francia). La influencia española en este pintor se hace presente a través de la paleta y los temas representados. En sus cuadros encontramos títulos de clara evocación cromática y paisajística del lugar.

Levesque presenta una veintena de obras de grande y mediano formato en acrílico y 20 xilografías, entre las que se encuentra la serie Carmen , que se compone de diez grabados en forma de abanico, con el eco de Bizet al fondo. La serie Rex Dovinae se compone igualmente de diez grabados con un texto del marqués de Sade.

Este reconocido grabador francés, con amplio mercado en Alemania, no deja de insistir en lo que el denomina "temas ibéricos", a través de obras que evocan lugares de paisajes quemados, de colorido caliente.

Humor y color son los activos principales de la obra de Erik Levesque, como si el artista sintiera gran alegría de vivir y la contagiara en su cromatismo y en su arte. Con música y ritmo, con seguridad y firmeza, la pintura se desarrolla, alegre, vibrante, emocionada y lúdica. ¿Es que el artista debe manifestarse como un ser muy serio?, se pregunta este autor, que conoce el oficio y lo pone de manifiesto en todas sus obras.

Artista viajero, fundamentalmente por España, acoge en su quehacer plástico las reverberaciones de la tierra y la luz que parecen atravesar el soporte. La pintura, con frecuencia matérica, invita al tacto y refleja la emoción del instante de ejecución, y va siguiendo el pulso sutil de su mano.

Sus xilografías se encuentran en la Biblioteca Nacional de Francia, en el Museo del Dibujo y del Grabado de Gravelines, en el Museo del Dibujo del Castillo de Larrés, etc.

Levesque es Premio Redón de pintura (1985) y Premio George Wildesnstein (1988) del Instituto de Francia.

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