Faustino Aizkorbe y los Pórticos Escultóricos

Galería de Arte Contemporáneo. Madrid. Marzo y Abril del 2006.

Por Julia Sáez-Angulo

En bronce con pátina negra

Nacido en Olloqui (Navarra), 1948,  el escultor tuvo una formación inicial en la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona, que terminó en 1973. Su aprendizaje en la fundición la adquirió en Madrid hasta 1979.

Discípulo conceptual del gran escultor vasco navarro, Jorge Oteiza, Aizkorbe ha llevado a cabo una serie de piezas bajo el título de “Pórticos”, bronces patinados en pátina negra, en los que las masas se abren en oquedades a modo de puertas y entradas a espacios imposibles o infinitos.

Los volúmenes de Aizkorbe parten de la geometría pero se dejan invadir por las líneas orgánicas en una aproximación voluntaria a la naturaleza, como si quisiera fundir el pórtico con el bosque o la selva sin solución de continuidad.

El mismo material, despojado del polígono de origen, se repliega a modo de levantamiento, retirada o rulo, de manera que parece adquirir la versatilidad del barro o la cera.

Pórticos misteriosos para un gran templo imaginario; oquedades extrañas que nos trasladan al otro lado del espacio en un sueño o quimera. Tercera dimensión plena de fuerza y elegancia al mismo tiempo.

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