Artes Hoy
 
Buscar en Arteshoy

Antony & The Johnsons, campanadas a medianoche

Por Xavier Valiño

Anthony & The JohnsonsSe ha convertido en una sensación que reclama la presencia de todos los enterados . ¿Cómo, si no, se entiende que la Plaza de la Quintana estuviera repleta de un público joven, entregado y alternativo y que, luego, la mayoría de los conciertos en salas sea casi imposible llegar a medio centenar de espectadores?

Aun así, al menos, el público parece escoger con tino, por lo que poco importa que sea una moda. Sí, Antony tiene una voz única, de las que aparecen cada mucho tiempo y marca una era. Si hay que buscarle referencias, está claro que hay que ir muchas décadas atrás, antes incluso de la aparición del rock and roll, para enlazarlas con Nina Simone y Jimmy Scott.

Esa voz es la que da grabada a fuego, engrandecida por una interpretación intensa, emocionante, que parece surgir de la nada desde que aparece por un lateral y se sienta tímido al piano. Ese niño grande desgarbado, desvalido, con alma de mujer atrapada en un enorme cuerpo de hombre revestido con peluca, sabe que su voz es su arma y su gancho.

Lo demás poco importa. Hasta se le disculpa que lleve un guitarrista clásico que no aporta nada a las canciones -si acaso, un sonido a lo Madredeus que no le pega en absoluto; mejor el solo con su piano-. Incluso sus trucos para atrapar al personal no resultan repetitivos, hasta para quienes lo vimos ya en el Primavera Sound. Como en la Quintana no se entendió a la primera su intención de imitar a los pájaros, lo volvió a intentar más adelante al pedir que todo el mundo susurrase. También se arrancó a capella, con un movimiento de manos que no está lejos de los cantadores flamencos.

Sonó, sobre todo, su segundo disco, alguna cara B y tres versiones: "The Guests" de Leonard Cohen, "Candy Says" de Lou Reed/The Velvet Underground y aquel "Mysteries Of Love" que David Lynch y Angelo Badalamenti compusieron para la voz de Julee Cruise. Y, casualidades del destino, su momento de mayor intensidad coincidió con las campanadas de la medianoche de la Berenguela, algo irrepetible.

<<

Nº 5 - Noviembre de 2005

 

Home

Literatura
Arte
Música Clásica
Música Pop
Miscelanea
Noticias



Números anteriores

Quienes somos
Contactar

© ArtesHoy.com - Todos los derechos reservados