"Los etruscos"
Museo Arqueológico Nacional. C/ Serrano, 13; Madrid
Comisaria: Giuseppina Carlotta Cianferoni.
Del 26 de septiembre al 6 de enero de 2008
Por Julia Sáez-Angulo
El pueblo etrusco sostuvo profundas relaciones culturales
con el mundo griego, fenicio y centroeuropeo, sin embargo el imperio romano
ejerció la "condenación de su historia", los sepultó
y demonizó. La muestra, con 450 piezas se expone en el Museo Arqueológico
Nacional (MAN) en Madrid hasta el próximo 6 de enero.
"El
siglo XX ha sido el de los etruscos, ya que se han revelado muchos de
sus yacimientos y se han estudiado a fondo sus vestigios. Sin embargo
todavía no se puede conocer bien la lengua y la fonética
etrusca, ya que no se cuenta con documentos escritos lo suficientemente
significativos para hacerlo", declara Carlotta Cianferoni, comisaria
de la exposición organizada por el Ministerio de Cultura español
y el de Bienes Culturales Italiano.
La comisaria afirma que los enterramientos señalan
las escalas sociales del pueblo etrusco y el predominio de unas familias
sobre otras. Fue un pueblo que conoció la música como lo
demuestran las flautas y los cuernos que se han encontrado en los yacimientos.
Fueron buenos navegantes del Mediterráneo y trabajaron la pasta
vítrea. "Los escritos de que se disponen son muy pobres de
vocabulario. La lingüística etrusca ha avanzado pero queda
mucho por desentrañar. Se hacen analogías con la fonética
actual"
Un
milenio de etruscos es un período prolongado y ha hecho que la
exposición se parcele en cinco períodos históricos:
Los orígenes de la civilización etrusca, La sociedad de
los príncipes; La sociedad urbana; Helenismo y romanización
y Religión etrusca. Son apartados estilísticos como el villanoviano,
el orientalizante, arcaico o clásico. El despliegue de las piezas
es espectacular por su grandiosidad en los sarcófagos, tímpanos
o cipos. Las joyas en oro son de una fineza asombrosa en las que resplandece
el trabajo con polvo de oro. Lástima que las salas de exposiciones
del MAN no sean más amplias para acoger esos tesoros y el montaje
resulta recargado en comparación a las muestras anteriores en Venecia
o París. El MAN va a ser remodelado próximamente y seguramente
solucionará este espacio expositivo.
Entre el Arno y el Tíber
"De todos los habitantes de Italia, los etruscos
han sido lo que han despertado mayor curiosidad y fantasía y hoy
es uno de los más conocidos de la Italia prerromana", señala
Cianferoni. "Etruria estaba delimitada por el curso de los ríos
Arno y Tiber. Las ciudades etruscas eran muy independientes entre sí
y no lograron compactarse ni siquiera ante el enemigo común de
Roma que pudo derrotarlas una a una", añade.
Entre
las piezas más singulares se encuentran la "Mater Matuta",
en piedra fétida, del tercer cuarto del siglo V antes de C., que
guarda una similitud con la Dama de Elche en cuanto a urna funeraria;
la urna de Arnth Purni Curcesa Cacu y los Vibina en alabastro, de finales
del siglo III a.C.; el osario sobre silla en bronce laminado, del siglo
VII a.C.; la fíbula en forma de sanguijuela en oro, del segundo
cuarto del siglo VII a.C.; los brazaletes de oro del segundo cuarto del
siglo VII a. C. o la plaquita de marfil de revestimento del siglo VI a.
C.
Impresionan los hermosos yelmos en bronce laminado, los
pebeteros y las vasijas todos ellos bien ornamentados o las decoraciones
en oro y bronce para las vestimentas con la svástica como dibujo
del siglo VIII a.C. La gran diadema en láminas de oro a modo de
mariposa es de gran belleza, así como los aretes en forma de racimo,
pendientes, anillos, collares o lazos.
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